A pesar de las grandes edificaciones y mansiones que podemos apreciar alrededor de nuestro pueblo aún se nota el atraso y la pobreza que por tiempo ha acompañado a muchos.

El que llega a SFM por la Avenida Guzmán Fernández, entrada de Santo Domingo, puede notar lo “bonito y avanzado” que esta nuestro pueblo, pero al penetrar a la zona céntrica y más a aquellos viejos barrios se nota que al pasar del tiempo seguimos igual.

Como país capitalista, la riqueza ha sido sectorizada. Los políticos corruptos tienen los de ellos, los truqueros y  jodedores, los que se han hecho del “lavado” de dinero también. Existen muchos que también han progresado honradamente. Pero todos han huido del barrio que lo vio nacer y lo abandona por las urbanizaciones elites que se encuentran en la salida a Santo Domingo.

El progreso de nuestro pueblo se refleja en esas áreas. Existen dos o tres negocios que han permanecido por mucho tiempo en la zona céntrica del pueblo pero no se ve el progreso en la parte alta de la ciudad con excepción de algunos colmados.

Aun se aprecian personas pidiendo y los “locos” (de esto hablare en el próximo articulo) en las calles, barrios marginados, familias que no tienen para enviar a sus hijos a la escuela, y que no tienen que comer.

Toda esta pobreza nos motivó a crear una fundación sin fines de lucro llamada Sonrisas Para Mi Pueblo.

Durante dos semanas estuve anunciando por las redes sociales y por BBM que necesitábamos donaciones de útiles escolares para unas familias muy necesitadas del sector 27 de Febrero cerca de la cañada. Le hable a varios allegados y a todo al que le podía “pedir”. Los políticos ni supe de ellos porque ni los pude ver. Solo cuatro personas hicieron donativos, y le agradecemos de corazón su generosidad. Con lo que conseguimos pudimos comprar uniformes y útiles para dos niños de una familia que el padre está en silla de ruedas sin una pierna y la madre es muda y no puede trabajar.

Al llegar hacer la entrega, nos conmovió tanto la alegría que esta familia sintió al saber que mañana sus hijos tenían con que poder ir a la escuela. A la misma vez me dio coraje el saber que tanto nos quejamos y hay personas que ni tienen con que vivir y a la vez muchos con la posibilidad de aportar a una mejor sociedad.

Quiero ver un San Francisco que sea educado, sin pobreza, sin atraso. Entiendo que una sola persona no puede cambiar el mundo pero sí creo que puedo empezar a motivar a otros hacerlo.

A pesar de lo “bonito y avanzado” que nuestro pueblo está aún estamos atrasados.