La representante del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en el país, Flora Montealegre, dijo que la República Dominicana tiene tres grandes retos para lograr cerrar la brecha de pobreza y de desigualdad que posee.

Apunta que la República Dominicana es un país que viene consolidándose, desde el punto de vista macroeconómico, como una de las economías más dinámicas de América Latina y el Caribe, por lo que entiende que el país debe aprovechar este periodo de relativa bonanza económica para profundizar reformas estructurales que le permitan afianzar las finanzas públicas para poder avanzar decididamente en su mayor desafío como nación: “convertir su crecimiento económico en un mayor bienestar social que permita reducir las brechas de pobreza y desigualdad, mejorando la calidad de vida de todos los dominicanos, en especial de una gran parte de la población que hoy se siente excluida”.

“Sabemos que la mitad del empleo en la República Dominicana sigue concentrado en el sector informal, en su mayoría en sectores con muy baja productividad (servicios y comercio), y que los salarios reales continúan relativamente estancados”, dijo Flora Montealegre al ser la oradora invitada en el último almuerzo de la Cámara Americana de Comercio de la República Dominicana (AMCHAMRD) la semana pasada.

Asimismo, indicó que dentro de los retos están: el aumento de la productividad y la expansión de nuevas oportunidades de empleo; la mejora de la cobertura y calidad de los servicios públicos para el fortalecimiento del capital humano; y el fortalecimiento de las instituciones, la transparencia y la gestión de los servicios públicos.

¿Qué tendría que hacer República Dominicana para cerrar las brechas de pobreza y desigualdad?

Por otra parte, dijo que los análisis del crecimiento económico muestran que la contribución de la productividad al crecimiento económico durante la última década ha sido muy baja. Esto significa que existen factores que representan cuellos de botella para la inversión y la producción en el país.

Entre esos casos mencionó el alto costo de la energía, del transporte y de la logística, lo que encarece la producción y limita la competitividad de las empresas; los bajos niveles de inversión en Innovación y Desarrollo, aspecto fundamental para ganar competitividad y aumentar la productividad total.

También citó las debilidades en el entorno de negocios y en las instituciones de Gobierno, lo que, según ella, inhibe las inversiones y aumenta los costos de transacción; y la calidad del capital humano, incluyendo las destrezas intelectuales de la fuerza laboral y las capacidades en ciencia, tecnología e ingeniería, que son fundamentales para el proceso de innovación y para mejoras en la productividad.

Explicó que la calidad del capital humano, y en particular la capacidad de la fuerza laboral no sólo ayuda a aumentar la productividad de los trabajadores y a prepararlos para los desafíos del futuro; sino que también, contribuye a reducir la pobreza y la exclusión.

“Sin duda, uno de los grandes riesgos que enfrenta el modelo de crecimiento económico de la República Dominicana, es que, de no crearse las condiciones para mejorar la calidad del capital humano, se podría perpetuar un círculo vicioso de escasas oportunidades productivas y de empleo que refuerzan el ciclo de pobreza y desigualdad”, indicó Flora Monte Alegre.

Explica que lo antes señalado reviste aún más importancia cuando se consideran los cambios que se avecinan en el mercado laboral producto de los efectos de la IV Revolución Industrial. Puso como ejemplo, la robótica y la inteligencia artificial, que ya están cambiando al mundo, “a pesar de que aún no sabemos exactamente cómo nos impactarán. Por un lado, los optimistas creen que estas nuevas tecnologías darán paso a una nueva era de prosperidad para la humanidad, mientras que, los pesimistas piensan que estas podrían tornar obsoletas la mitad de las ocupaciones que hoy conocemos”.

¿Qué tendría que hacer República Dominicana para cerrar las brechas de pobreza y desigualdad?

Segundo reto

¿Cómo puede Republica Dominicana prepararse para afrontar estos retos?

Para el BID menciona el segundo gran reto al desarrollo del país: la provisión de los servicios públicos para el fortalecimiento del capital humano.

Montealegre indica que existe un vínculo importante entre expandir oportunidades productivas y mejorar la prestación de los servicios públicos, explicando que la provisión de servicios públicos de calidad como la educación, la nutrición, la salud y la protección social, contribuye a la formación y acumulación de capital humano y a la productividad del trabajo, lo que a su vez genera un círculo virtuoso de inversión productiva, crecimiento económico y bienestar.

En este sentido, reconoce los esfuerzos del Gobierno en materia de política social, particularmente en el ámbito de la educación. Amplía que el Gobierno ha impulsado importantes reformas que han permitido aumentar la cobertura en educación pre-universitaria y expandir la oferta de jornada escolar extendida, y se están dando pasos importantes para avanzar con la formación docente y la implementación de un currículo más pertinente para el desarrollo de competencias.

“A pesar de lo anterior, y reconociendo que debe transcurrir un tiempo entre el aumento de la inversión y cambios medibles en el desempeño escolar, la calidad del aprendizaje en los estudiantes es todavía muy baja y se debe continuar reforzando la calidad del gasto en educación”, puntualizó la representante del BID en el país.

Por otra parte, Flora Montealegre dijo que en salud y protección social, el Gobierno ha iniciado un proceso de importantes reformas que debe continuar profundizándose, prestando particular atención a mejoras en la calidad de los servicios y en la eficiencia y efectividad del gasto.

Entiende que para un país de los niveles de ingreso de la República Dominicana, no deberían observarse, por ejemplo, las elevadas tasas de mortalidad infantil y mortalidad materna, ni los niveles de embarazo adolescente y de feminicidios que se registran actualmente en el país.

“Estos y muchos otros desafíos, como el acceso a vivienda digna y a servicios de agua potable y saneamiento, deben abordarse con urgencia. Si bien es cierto que cerrar las brechas en materia social requiere de mayores inversiones por parte del Estado, en el corto y mediano plazo se podrían mejorar los servicios fortaleciendo la coordinación entre instituciones del estado, integrando la provisión de distintos servicios, y focalizando mejor el gasto social siguiendo los criterios técnicos del SIUBEN para alcanzar a las poblaciones más vulnerables”, sostuvo.

¿Qué tendría que hacer República Dominicana para cerrar las brechas de pobreza y desigualdad?

Tercer Reto

Por lo antes explicado, Montealegre dice que esto “nos lleva al tercer gran reto de desarrollo del país: lo relativo a la institucionalidad, y la gestión de los recursos públicos”.

Precisa que el fortalecimiento de las instituciones y de la gestión pública es indispensable para poder atender las brechas de desarrollo del país y promover un crecimiento más inclusivo y sostenible. Argumenta que hoy en día, el alcance y la profundidad de la acción pública está restringida por los bajos niveles de recaudación fiscal y por la rigidez del gasto público.

“Todos sabemos que en los últimos años la deuda pública se ha incrementado producto de los persistentes déficits fiscales, que la presión tributaria es baja en comparación con otros países de niveles de desarrollo similares, que la evasión de los impuestos es una práctica bastante generalizada, y que las altas pérdidas en el sector eléctrico representan una carga fiscal insostenible”, expuso.

 

Fuente: diariolibre.com