La Marina de EE.UU. probó una aeronave no tripulada del tamaño de un avión de combate lanzada desde un portaaviones en el océano Atlántico.

La Marina de Estados Unidos realizó pruebas por primera vez con una nave ‘drone’ (no tripulada) del tamaño de un avión de combate.

El robot aéreo sobrevoló el Océano Atlántico y aterrizó sin problemas en un portaaviones militar, luego de realizar algunas maniobras para comprobar sus habilidades.

El programa de naves no tripuladas busca minimizar el número de bajas militares en los ataques aéreos, así como las muertes en la población civil.

El X-47 es el primero diseñado específicamente para que despegue y aterrice en un portaaviones, característica que permite su utilización en el mundo sin la necesidad de obtener autorización de un gobierno local.

La nave robot puede alcanzar una altitud de más de 12.192 metros (40.000 pies), tiene un alcance de más 3.889 kilómetros (2.100 millas náuticas) y logra velocidades subsónicas.

El aparato depende de un programa informático que le indica hacia dónde ir, por lo que tiene total independencia en su vuelo, una característica que lo hace un “drone” único. Empero, en caso de emergencia, un operador puede tomar el control del aparato en su misión.