Tratamientos a la carta, un plan dietético, abundante agua y un arsenal de productos específicos son las mejores armas para defenderse del ataque de la celulitis, esa enemiga íntima de la mujer.

Cuando los adipocitos en la hipodermis aumentan de número o tamaño suelen aparecer las acumulaciones de grasa localizada: la celulitis. No hay que dejarse vencer por ella, aunque afecta al 90 por ciento de las mujeres debido a la presión de los estrógenos. Lo ideal es combatirla cuanto antes mejor y de manera constante.

Las toxinas y la celulitis están estrechamente relacionadas. “Es muy recomendable beber dos litros de agua al día ya que ayuda a eliminar toxinas”, explica la doctora Almudena Royo Pérez, del Instituto Médico Láser de España, quien recomienda los alimentos con alto porcentaje proteico como el pescado, el pavo, los lácteos desnatados y la clara de huevo, además de vegetales ricos en fibra que combaten el estreñimiento.

También apuesta la especialista por los alimentos frescos sin cocinar que aseguran la ingesta de oligoelementos, como el silicio, "necesario para reforzar la estructura cutánea" y también por los cítricos en abundancia, "cuya vitamina C ayuda a controlar el edema venoso, característicos de la celulitis" y las infusiones de té verde, "que incrementa el metabolismo".

Al mismo tiempo, la doctora Royo Pérez prohíbe la ingesta de azúcares de absorción rápida, los productos de pastelería, alcohol, café y la sal en exceso, "porque retiene líquidos".

Pero, ¿sabía que no todas las celulitis son iguales? "Existen diferentes tipos y todos ellos evolucionan lentamente", explica la experta Felicidad Carrera, quien asegura que frecuentemente encuentra varios tipos en una misma persona.

"Solo después de hacer un estudio exhaustivo de cada caso, se realiza un tratamiento integral, que combina diferentes técnicas en función del tipo de celulitis y de su evolución", comenta. Y es que, según el tipo de celulitis que sufra, deberá seguir una u otra estrategia.

Estos son los tipos más comunes de celulitis y las mejores formas de combatirlas:

Celulitis blanda

Es blandita al tacto, se mueve al andar o al cambiar de posición, y aumenta con la edad o al engordar y la piel presenta un aspecto ondulado. Aparece, sobre todo, en la parte superior de las piernas y los brazos y, a menudo, se acompaña de varices o arañas vasculares. La falta de tonicidad muscular la agrava.

¿Soluciones?

- Perder peso lentamente y no descuidar la ingesta de proteínas de alta calidad.

- Es vital hacer ejercicio de resistencia para ganar tono muscular, que mejora el problema.

- La cosmética se debe aplicar siempre mediante masaje, para activar la circulación, y combinarla con productos que activen el retorno venoso.

- Los tratamientos de electroestimulación, que drenan y reafirman, son muy efectivos, así como los tratamientos de radiofrecuencia, siempre y cuando haya exceso de grasa.

Celulitis dura

Es más frecuente en mujeres jóvenes y en zonas como las "cartucheras". La piel se ve tersa y se conforma granulada, como la piel de naranja. No cambia de aspecto al caminar. Parece como si la piel estuviera firmemente pegada al músculo y suele ser una de las primeras formas de manifestación de la celulitis.

¿Soluciones?

- Hay que ponerle freno cuanto antes, ya que tiene un buen pronóstico, más cuanto más reciente es.

- Requiere cosmética intensiva aplicada dos veces al día y luego un trabajo de mantenimiento durante todo el año.

- La mesoterapia es muy eficaz, así como los tratamientos de instituto que "despeguen" la piel, como la aparatología de última generación.

Celulitis edematosa

Es la menos frecuente, y la más difícil de eliminar. Se debe a un problema de mala circulación agravado por una importante retención de líquidos. Se da principalmente en las piernas, que pierden su forma para volverse más rectas. La consistencia de la piel se nota pastosa, e incluso dolorosa, tanto al tacto como al pasar mucho tiempo sentada.

¿Soluciones?

- Sobre todo, es importante mejorar la circulación y el retorno venoso.

- Eso exige ejercicio suave, que no implique impacto, como hacer bicicleta, andar o nadar, y tomar medidas tales como medias de compresión, duchas alternas de agua fría y caliente y complementos venotónicos como el ruscus o el castaño de Indias, que refuerzan las paredes venosas.

En las perfumerías y farmacias existe un arsenal de anticelulíticos que reducen el tamaño de los nódulos de grasa previniendo su reaparición, además de aumentar la microcirculación y aportar firmeza y confort a la piel.

Fuente: informe21