Ningún reo ha sido ejecutado en California desde el 2006, y tras un fallo el jueves, dado por la corte de apelaciones, es ahora muy probable que se lleguen a retrasar las ejecuciones por varios años más.

Un panel de tres jueces de la Corte del primer. Distrito de Apelaciones decidió de manera unánime que las regulaciones de la inyección letal del estado no fueron revisadas de manera apropiada. El fallo se basa en una moratoria de facto impuesta sobre las ejecuciones desde el 2006, cuando un juez federal se enteró que se estaban implementando castigos crueles e inusuales a los reos en el pabellón de la muerte.

La decisión escrita por el Juez J. Anthony Kline defendió la decisión de un juez delc ondado de Marin, la cual dice que los oficiales de la prisión de California no cumplieron con los requerimientos de participación pública cuando revisaron por última vez los procedimientos de la inyección letal del estado.

La corte de apelaciones dijo que el Departamento de Correccionales y Rehabilitación no dio información completa al público sobre las alternativas al método de ejecución por medio del suministro de tres fármacos que el departamento prefería.

“Una audiencia es válida y significativa únicamente si el público interesado haya recibido con tiempo toda la información disponible que es relevante a las regulaciones propuestas de manera puntual y lo más completa posible”, Kline escribió.

Los oficiales de correccionales nunca explicaron por qué preferían la inyección letal que suministra los tras fármacos que el estado había estado utilizando de manera continua ni sus razones para rechazar otros métodos de ejecución, según dijo la corte.

Dicho incumplimiento fue particularmente significativo debido que muchos comentaristas se habían quejado que uno de los tres fármacos que el estado había utilizado —bromuro de pancuronio— podía tanto provocar como ocultar un extremo dolor al paralizar a los reos durante las ejecuciones, según hizo notar la corte. El propio experto del estado también había recomendado un método de ejecución utilizando un sólo medicamento.

Los oficiales de correccionales dijeron a la corte que habían respondido a 29,416 correspondencias del público, habían publicado notificaciones de su propuesta en todas las prisiones de California, y llevaron a cabo una larga reunión en la que 102 personas hicieron comentarios sobre el protocolo propuesto de la inyección letal.

Pero Kline dijo que la perspectiva del estado sobre el propósito de la ley de participación pública era “muy limitada y simplista.”

Las personas afectadas no pueden aceptar que fueron escuchadas... simplemente porque un gran número de personas interesadas tuvieron la oportunidad de ser escuchadas”, dijo Kline. “La participación pública contemplada por la ley no es una cuestión de números”.

Las regulaciones desestimadas por la corte fueron finalizadas luego que un juez federal fallara que el método de ejecución de California podría exponer a los reos a un dolor inconcebible, violando con ello la Constitución de los Estados Unidos.

Años de litigios han prevenido que el estado vuelva a implementar la inyección letal, y es más probable que los reos en el pabellón de la muerte se suiciden o mueran de viejos que por la jeringa de un ejecutor. El pabellón ha crecido con el transcurso de los años para incluir a más de 700 reos, el número más grande de la nación.

El estado aún puede apelar la decisión ante la Suprema Corte de California o proponer un nuevo método de ejecución.

Fuente: diario.mx