Cuidarse por dentro y por fuera, sin grandes esfuerzos y disfrutando del momento no es misión imposible.
El zumo, sabroso, refrescante y más que apetecible ahora con el buen tiempo, es una rápida y sencilla forma de consumir fruta y cuidar así la salud. Con infinidad de sabores y posibilidades, no hay excusa para no disfrutar del poder revitalizante de esta bebida. Y es que el zumo es…
- Antioxidante natural. Un simple vaso proporciona vitaminas y minerales muy fáciles de asimilar favoreciendo las reacciones antioxidantes, tan necesarias para el organismo.
- Depurador y preventivo. Ayuda a depurar el organismo al mismo tiempo que protege de los radicales libres, los causantes de procesos de envejecimiento y enfermedades de las células, ayudando a prevenir así afecciones cardíacas e incluso cáncer.
- Rejuvenecedor. Gracias a su alto contenido en agua y su acción diurética, frena el envejecimiento de la piel dejándola tersa, brillante y suave.
- Adelgazante. Ayuda a controlar el peso sin necesidad de perder nutrientes, ya que favorece la segregación de jugos gástricos mejorando la digestión, disminuyendo el apetito y eliminando toxinas.
- Refrescante y estimulante. Su color y la gran variedad de sabores que ofrece la convierte en una de las bebidas más apetecibles como tentempié o para recuperar energía después de hacer ejercicio. Además, a las puertas del verano, es la bebida ideal para refrescarse y recuperar fuerzas
Por eso, Xango, empresa especializada en la elaboración de productos de nutrición con mangostán, reúne las numerosas propiedades del zumo junto con las del mangostán en un único producto: XANGO® Reserva. Su fórmula mejorada, aporta un 20% más de las propiedades del mangostán y un mayor contenido de xantonas y fitonutrientes. En Asia, el mangostán se conoce como la reina de las frutas y desde hace siglos se utiliza para elaborar de forma tradicional preparados para la piel y té. Ahora, las propiedades de esta exquisita fruta están al alcance de todos bajo el formato de un apetecible de zumo.
