Las autoridades monetarias de Reino Unido decidieron en 2012 introducir al mercado monedas de varias denominaciones que, para ojo de un inexperto, la diferencia podría ser  imperceptible. Pero para otros, el cambio puede ser muy evidente.

Se trata de alrededor del 10 por ciento de la población que sufre alergia al níquel. Estas monedas británicas de acero están recubiertas de una capa de níquel, en lugar de  la aleación de níquel y cobre.

Dermatólogos británicos mostraron su preocupación por la utilización de las nuevas monedas en el Reino Unido y escribieron, según detalla BBC, a la revista académica British Medical Journal pidiendo una evaluación sobre los peligros a la salud pública causados por el cambio.

Investigadores en Suecia respondieron al llamado con un estudio que señala que existe una exposición innecesaria a mayores niveles de níquel en la piel, detalla BBC.

Un estudio publicado a principios de este mes en el Centro Nacional para la Información Biotecnológica (CNBT, por sus siglas en inglés) señala que el 75% de los países utiliza una aleación de níquel para acuñar sus monedas a fin de abaratar costos. En América Latina, Brasil, Bolivia y Costa Rica son los únicos que no utilizan este metal.

"Dermatitis de contacto" es el término al que se refieren los doctores cuando se habla de alergia a este metal, y significa que la piel sólo se ve afectada cuando entra en contacto con algún objeto que contenga níquel.

La información, obtenida en el portal de BBC, agrega que si bien algunas personas pueden tener una predisposición genética a ser sensibles al metal, la mayoría de las personas desarrollan la alergia tras una exposición prolongada.

Las monedas con níquel no son lo único que puede causar alergia. Todo producto con este metal puede producir sensibilidad. "Algunas personas pueden tener una exposición diaria al níquel y no tener problema alguno y un día, sencillamente lo tienen", apunta  Anneli Julander, jefa del estudio sueco.

El artículo tienen la experiencia de la vicepresidenta de la organización Allergy UK, Lindsey McManus, quien desarrolló alergia al níquel hace 30 años. "Sólo necesito llevar pendientes baratos durante 20 minutos para que mis orejas empiecen a picar como locas y a inflamarse. Y yo me encuentro en la parte más suave de este tipo de alergia. Para algunos puede ser mucho peor", acotó.

Fuente: elcaribe.com.do