En una etapa normal en la vida de toda mujer. Se conoce como menopausia y trae consigo una serie de cambios hormonales que tienen una evidente repercusión en su estilo de vida.

Uno de ellos es que los ovarios dejan de producir suficiente estrógeno, lo que va a afectar la sexualidad, indica el doctor Daniel Hernández Gutiérrez, vicepresidente de Women's Health Society, organización interdisciplinaria con el propósito de educar y orientar sobre todos los aspectos de la salud de la mujer.

“Si tienes dificultades de índole sexual que estén afectando tu calidad de vida y de pareja, es momento de buscar ayuda y consejería”, recomienda el médico, quien destaca que los problemas con la sexualidad son muy comunes.

De hecho, se estima que cerca de un 40% de las mujeres en Estados Unidos pueden tener algún problema de índole sexual. Y existen varias causas, como el envejecimiento, cambios hormonales y ciertas afecciones médicas asociadas con la edad.

“Se puede experimentar una disminución en el interés, el deseo y la actividad sexual. Esto puede ser normal y no debe ser fuente de preocupación a menos que la pareja si exprese más deseo en la actividad sexual. Si esto ocurre, la comunicación es vital y se pueden llegar a acuerdos para que exista mutua satisfacción”, explica Hernández.

Y es que, durante la menopausia, los ovarios producen cantidades mínimas de andrógenos y estrógeno que son vitales para la respuesta sexual normal. Al ocurrir una producción menor de andrógenos, el deseo y la excitación sexual puede disminuir. La disminución de estrógeno también puede causar resequedad vaginal lo que provoca dispareunia o dolor durante el acto sexual.

“Con el envejecimiento, ciertas condiciones médicas como la diabetes, la hipertensión, la osteoartritis y el uso de ciertos medicamentos pueden interferir con la sexualidad”, agrega Hernández, tras destacar otros factores, como el fumar, uso de alcohol excesivo, estrés, ansiedad, depresión, experiencias sexuales pasadas negativas y problemas de pareja que pueden afectar negativamente el interés y el apetito sexual.

Sin embargo, según explica Hernández, la disminución en el deseo sexual es una causa de preocupación en la medida que cause problemas en la relación de pareja. Por eso aconseja que si está afectando tu calidad de vida o la de tu pareja, debes buscar una solución.

Pero lo primero que debes hacer es educarte, aprender sobre tu cuerpo y cómo funciona. Lo segundo, recomienda Hernández, es que hables con tu pareja para que él se eduque también.

“Es importante que ambos entiendan que el sexo es mucho más que la penetración. Por ejemplo, los masajes y caricias, la masturbación sola o en pareja y el sexo oral son opciones. Compartir con tu pareja con honestidad sobre lo que les gusta y lo que no también es esencial. El entendimiento ayuda a aliviar los conflictos”, aconseja Hernández, tras resaltar la importancia de aprender a separar el estrés de tu vida sexual.

Mejora tu vida sexual

Para mejorar la calidad de tu vida sexual, el doctor Daniel Hernández Gutiérrez recomienda lo siguiente:

• Aumentar el deseo: maneja el estrés, resuelve los problemas de pareja y de comunicación. Enfócate en la intimidad. Separa tiempo para el acto sexual y concéntrate en disfrutarlo.

• Aumentar la excitación: aumenta el tiempo del juego preparatorio antes del acto sexual. No fumes ni ingieras alcohol en exceso. Usa lubricantes vaginales si sientes resequedad vaginal.

• Alcanzar el orgasmo: aumenta el estímulo sexual. Puedes intentar juegos y utilizar la fantasía e imaginación.

• Minimizar el dolor: intenta distintas posiciones y lleva a cabo otras actividades sexuales que no envuelvan la penetración. Usa lubricantes si tienes resequedad vaginal y vacía la vejiga antes del acto sexual. Permite suficiente tiempo para la excitación antes de la penetración. Si la resequedad vaginal no se mejora con lubricantes, visita tu médico ya que existen tratamientos muy efectivos para resolver ese problema.

• Si no has notado mejoría, visita un profesional de la salud con conocimiento en estos temas como el ginecólogo y un sexólogo. Sé abierta y honesta. Involucra a tu pareja. No hay porque sentirse avergonzada. Todo tiene solución si se atiende a tiempo.

Fuente: American College of Obstetricians and Gynecologists (ACOG)