La conquista del verano no sólo está en manos de los colores pastel. Al empalago estival le sale un duro competidor, la acidez de los tonos flúor. El fucsia, el amarillo lima, el verde menta, el naranja… se cuelan en tu maleta de verano.
Los colores luminosos son ideales para realzar tu bronceado. Así que tranquila, si aun estando horas bajo el sol, poco moreno consigues, enfúndate en un vestido coral flúor y verás cómo sube de grado tu moreno.
Este verano, la gama más atrevida se impone en los looks de día y de noche. La discreción no está permitida. Los colores vitaminados aportan una dosis extra de alegría, buen rollo y es que el neón viene dispuesto a sacarte los colores.
Ahora bien, precaución en su combinación. Evita un total look y contrarresta su llamativo color con un tono más básico. Jugar con los complementos, bolsos y zapatos es otra opción tan válida como favorecedora.
