Una fiebre de colores pasteles inundan la primavera. Un halo de romanticismo y looks etéreos en los que los tonos se suavizan en prendas y complementos, dejando protagonismo a verdes, azules, rosas y amarillos en sus versiones más apagadas. Llega la moda más dulce. 

Si la pasada primavera acabamos hartos de los colores flúor y ácidos, ahora es el momento de apostar por los pasteles. La intensidad se rebaja dando lugar a prendas más delicadas en los tonos más suaves como el conocido como verde agua o menta, indispensable esta temporada. 

La exquisita colección primavera-verano que Marc Jacobs presentó para Louis Vuitton sin duda ha marcado esta tendencia, de la que ya se han hecho eco todos los grandes diseñadores, así como las marcas 'low cost' más conocidas.

Los vestidos de corte romántico, las faldas estilo años 20 y las blusas más delicadas son el blanco perfecto de estas dulces tonalidades con las que la feminidad queda elevada al cubo, reinventando el estilo lady.