Las vacaciones de verano son un riesgo para las parejas. Un estudio revela que durante la época estival estamos más predispuestas a tener una aventura extramatrimonial.

Como dice el refrán, “la primavera la sangre altera” y al parecer las vacaciones de verano hacen aumentar las infidelidades. Un estudio realizado por el portal de citas Victoria Milan pone de manifiesto que el 29% de las mujeres y un 36% de los hombres infieles lo son porque no tienen sexo con su pareja estable.

La rutina, la falta de tiempo, el estrés, las obligaciones… hacen mella también en las relaciones. Inmersas en el frenético ritmo de vida, cuando decidimos poner el freno y echar la vista atrás ¿podrías recordar cuándo fue la última vez que tuviste sexo con tu chico?

Este es uno de los principales problemas de las parejas. Siempre hay que encontrar el momento para sucumbir al placer y combatir el estrés entre sábanas. Por ello, tal y como recomendamos esta semana, una de las mejores maneras para avivar la llama es elaborar una hotlist para el verano.

Según este estudio, la falta de comunicación, la presión por los quehaceres y lascontinuas desilusiones hacen que se dispare a tasa de infidelidad, sobre todo en la época estival.

La falta de sexo dentro de la pareja, es para los encuestados, el motivo principal de infidelidad. El 23,40% de los hombres reconocen sentirse asfixiados por la presión que ejerce su pareja durante las vacaciones. Las discusiones continuadas son para hombres y mujeres otro motivo de infidelidad.

Pero además, en el caso de las mujeres, el no tener tema de conversación para tanto tiempo libre, y en consecuencia, aburrirse, es una razón que las evoca a buscarse una amante.

Ahora bien. ¿Por qué saltan las alarmas concretamente en las vacaciones de verano? Según la sexóloga Alicia Gallotti, durante el año se pasa más tiempo en el trabajo que juntos. De pronto, con la llegada de las vacaciones y el tener que convivir casi 24h juntos se pone en evidencia la incapacidad de muchas parejas de adaptarse a esta nueva situación y “suele derivar en el deseo de vivir una aventura arrebatadora”, explica.

Por tanto, si queremos volver con la relación intacta, es importante no descuidar el sexo, controlar las discusiones y encontrar esos momentos de divertimento, juntos o por separado. Respetar el espacio de cada uno es clave para no agobiarse.