Estas palabras son unas de las más utilizadas en ambientes de salud y estética. Aparentan ser sinónimos, pero tienen significados diferentes. Esto es desconocido por la mayoría de las personas, lo cual trae consecuencias negativas en los planes de alimentación, especialmente en aquellos que tienen como objetivo bajar de peso.

Si bien el marketing a veces unifica estos conceptos, es importante conocer sus diferencias para poder elegir adecuadamente los alimentos que vamos a consumir. Continúa leyendo y sorpréndete del verdadero significado de cada uno de estos términos.

Llamar a cada cosa por su nombre

El punto de partida para lograr una nutrición sana y mantener una buena figura (algo que todos deseamos, en mayor o menor medida), es elegir correctamente los comestibles. Para ello, es importante diferenciar bien las siguientes palabras:

* Dietético:

Son aquellos alimentos elaborados de tal manera que se diferencian de los originales en su composición particular. En general, están destinados a satisfacer las necesidades específicas de determinados grupos poblacionales como celíacos, hipertensos y diabéticos; lo cual no exige necesariamente que tengan bajas calorías.

Por lo tanto, el consumo de estos productos dietéticos no siempre favorece a la pérdida de peso. Para que ello suceda, los alimentos deben tener la mitad de las calorías del producto original. Los ejemplos van desde leche, galletas y café dietéticos, hasta caramelos libres de gluten. Su consumo dependerá de la necesidad de cada persona.

* Light:

Esta palabra es la más abstracta en su significado, por su amplio uso popular. Muchas marcas etiquetan sus productos con este eslogan, pero no todas coinciden en el criterio utilizado. En general, significa que la cantidad de algún nutriente del alimento ha sido modificada o sustituida por otra, pero en este caso, tampoco sus calorías son menores necesariamente.

Por ejemplo, algunos quesos, dulces o galletas son reducidos engrasas, pero no lo son en calorías. Por lo tanto, los productos “light” pueden contener una cantidad de energía muy similar al producto original. La reducción mínima del valor energético de estos alimentos es del 25%.

* Bajas calorías:

Este término se refiere a los alimentos que tienen alrededor del 50% menos de calorías que el de referencia. Esto se logra reduciendo o sustituyendo alguno de sus componentes. Para ello, por ejemplo, se reemplazan hidratos de carbono (azúcares) por edulcorantes o se reduce el aporte de grasas. En el caso de los alimentos naturales, los frutos del bosque como la frutilla (fresa), frambuesa, mora, arándano, entre otros, tienen menos calorías que el promedio general.

Como vemos, entonces, el único término que realmente garantiza un aporte menor de calorías (siempre que sea bien utilizado, claro) es el de “Bajas Calorías”, pues los otros dos no nos aseguran necesariamente dicha condición.

Vida sana y buena alimentación

Más allá de las particularidades de cada producto, cuando se busca enriquecer al cuerpo con buenos nutrientes sin perder el atractivo físico, lo recomendable es evaluar nuestra realidad corporal para definir objetivos saludables y realistas a largo plazo. Para ello, muchas personas se asesoran con profesionales, como nutricionistas o personal trainer (entrenador personal), pero lo más importante es organizar una dieta equilibrada, realizar ejercicios y disminuir los excesos en la alimentación.

El primer paso, a partir de ahora, es que leas atentamente las etiquetas y rótulos nutricionales de los productos que vas a comprar, para así conocer su verdadera composición química.