Tarde tranquila de parque en Quebecq, Canadá. Una madre pasa la tarde con su hijo y, mientras recoge, su pequeño descansa sentado sobre la hierba. Entonces un águila sobrevuela la pradera donde madre e hijo se preparan para irse. Da vueltas en el aire hasta que localiza algo en el suelo y se lanza con las garras por delante. Mientras la madre recoge del suelo los juguetes de su hijo, el ave se lanza a por su hijo. Lo agarra por los hombros y echa a volar.

Afortunadamente el animal no puede con el peso del bebé, y solo alcanza a elevarse un metro sobre el suelo. Entonces suelta al niño, que cae de nuevo al suelo. Toda la escena fue grabada por casualidad por otro canadiense que estaba en el parque grabando justo en ese momento. El niño, ajeno a todo, solo lloriquea un poco al llegar la madre a socorrerlo, ajeno a que pudo haberse convertido en la cena de un águila.