Nadie conoce mejor nuestro cuerpo que nosotros mismos.

Es por esto que las personas que han decidido tener sexo solo con ellas mimas se han definido como ‘solosexuales’.

El naciente colectivo ya cuentas con un signo –un círculo con una flecha horizontal hacia dentro–, un sinnúmero de páginas en Internet y hasta música que ayuda a alcanzar el orgasmo por cuenta propia.

Si bien los solosexuales podrían añadirse al colectivo LGBTTQIA, dentro del novel grupo caben todas las preferencias sexuales: homosexual, bisexual y heterosexual, siempre y cuando la satisfacción sea autónoma.

“En la sexualidad nada es anormal, el problema es cuando algo se hace exclusivo y anula a todo lo demás, cuando se buscan siempre los mismos estímulos. En el caso de los solosexuales, en los que se han suprimido las relaciones con otros, puede que exista en el fondo una causa que evite el contacto, puede ser una mala experiencia o frustración de una relación anterior, el miedo al compromiso, al fracaso o a no estar a la altura e, incluso, el temor al contagio, a contraer enfermedades venéreas”, le explicó la sexóloga y psicóloga Ana Sierra a El País.

“Es, en cierta manera, una vuelta a la etapa más infantil del sexo y cuando leo que muchos solosexuales se masturban en grupo, me recuerda a las practicas adolescentes, en las que los chicos hacen quedadas masturbatorias, que tienen también su lado didáctico, de aprendizaje”, añadió.

Es de conocimiento general que durante años las iglesias han intentado evitar que las personas se masturben. No fue hasta la década de los 60 y 70 cuando comenzó la liberación sexual y todas estas prácticas iniciaron el proceso para despojarse de los tabúes.

Según reseñó el medio español, varias personas han explicado públicamente su preferencia de alejarse sexualmente de los demás.

Por ejemplo, la revista Vice en el videoblog The Joys of Being solosexual resaltó la historia de un asiático veinteañero que definió su orientación en 2010 tras una relación fallida. “De esta manera no tengo que justificarme nada a mí mismo”.

Por otro lado, Jason Amstrong explicó en el portal The Bator blog que ser solosexual va más allá de las masturbaciones rápidas en las mañanas.

“Se trata de hombres que se masturban durante horas. El acto de masturbarme, lleva implícito muchos otros como bailar frente al espejo, fumar, beber mi adorado Jack Daniels, ver porno o jugar con una serie de cosas o ideas que yo he recopilado durante toda la semana. Lo que ocurre es que llego a un estado trascendental en el que mi cuerpo se identifica con mi pene y mi cerebro es solo sexo (…) No tengo intención de compartir el sexo con otros y la intensidad que esto me produce es suficiente para poner mis prácticas en el puesto número uno de mis preferencias sexuales”, escribió Amstrong.

A pesar de que los hombres están más organizados, hay un gran número de mujeres que también se ha acogido a esta práctica, como Danièle, una mujer francesa de 27 años y residente de Madrid, que no le gusta la etiqueta, pero lo practica.

“Nunca me calificaría a mí misma como solosexual, aunque es verdad que nunca he mantenido relaciones con otros, ni hombres ni mujeres. Es probable que cualquier psicólogo encontrase una justificación para esto. En mi caso nunca me he sentido cómoda intimando con nadie y uno de mis grandes problemas es cuando conozco a un chico y llega el momento sexual. Cuando se supone que hay que pasar a mayores y a mí no me apetece, lo que casi siempre acaba con la relación. Que no me guste tener sexo con nadie no significa que no quiera vivir o compartir otros aspectos de mi vida con otra persona, pero en estos casos parece que el sexo es una clausula innegociable”, dijo.

Sin embargo, Sierra entiende que esta opción sexual podría hacer que sus integrantes se vuelvan adictos al sexo porque “es más fácil que una práctica llegue a ser obsesiva cuando no depende de nadie y cuando se tiene a mano”.

 

 

Fuente: http://www.primerahora.com/estilos-de-vida/relaciones-sexo/nota/quesonlossolosexuales-1286474/