Su felicidad era visible y su agradecimiento era externado con humildad, por los alimentos y donaciones recibidas. El apoyo de los dominicanos que residen, tanto en el exterior como en el país, y de algunas instituciones públicas se ha dejado sentir en la destartalada vivienda de la familia Rivera, la cual podrá decir que tuvo “una inolvidable Nochebuena”.

“Mamí uva, uva, uva... Mamí salamí, dulces, manzanas”, eran las palabras que con alegría pronunciaba una y otra vez el vástago de Altagracia y Ventura Rivera, Luis. Su impresión no podía ser mayor, y que a pesar de tener 7 años, el infante nunca había visto tanta comida en su estrecha casa. 

Luego de un reportaje de LISTÍN DIARIO, los alimentos y la ayuda económica comenzaron a fluir en la casa, ubicada en el sector La Fe, de Los Alcarrizos, municipio Santo Domingo Oeste. 

Con una sonrisa en su rostro, la emoción de recibir una mano amiga, saber que tenía los alimentos necesarios y suficientes para poder brindar una cena de Nochebuena a su hijo Luis y el nerviosismo en cada llamada de teléfono, Lilo como también es conocido Ventura Rivera, no paraba de dar las gracias. 

“Yo me siento contento, le doy gracias a mi Dios, eso ha sido una recompensa que me ha hecho Dios al ver mi conformidad, a pesar de no tener nada”, expresó Rivera entre el sudor de su rostro y su deteriorada ropa. 

Altagracia contó que su pequeño Luis durmió con dos carros de juguetes que le regalaron, emocionado porque no había tenido un juguete nuevo. “Imagínate, él se ríe cada vez que ve una manzana y una uva y más con los juguetes”, dijo.

Lilo recibió la ayuda de los Comedores Económicos, quienes le realizaron una compra valorada en 20 mil pesos, la cual incluyó manzanas, pollos, huevos, aceite, sazón, telera, papas, arroz, medio cerdo, espaguetis, habichuelas y otros productos. 

Otros ciudadanos, como un capitán de la Policía que se identificó como Boiter y quien trabaja en la Presidencia, aportó para la familia Rivera una compra.

Todas las donaciones no fueron sólo en alimentos, y es que el celular de Altagracia recibía desde tempranas horas llamadas de dominicanos residentes en el país y en diferentes ciudades de los Estados Unidos para informales sobre el obsequio de dinero. 

Además el dirigente comunitario Tony Balaguer, les donó cuatro cajas con raciones alimenticias y prometió llevarles 10 fundas con alimentos cada 15 días.