Abebe Bikila se enfrentó en 1960 en Roma con un problema que hoy sería difícilmente imaginable: antes de la final del maratón olímpico, el corredor etíope se dio cuenta de que sus zapatos estaban demasiado desgastados. Como no pudo encontrar otros zapatos adecuados en la ciudad eterna, Bikila decidió correr descalzo, como en su país. El atleta ganó el oro y marcó un nuevo récord mundial.

Esta historia la conoce también Martin Engelhardt, director de una clínica ortopédica en la ciudad alemana de Osnabrück. “Sin ninguna duda, quien corre descalzo es más rápido. Hay muchos estudios científicos que llegan a esta conclusión”, dice el especialista. Es cierto que actualmente los atletas siempre corren con zapatos, pero estos son muy ligeros y apenas tienen una elevación del talón, explica Engelhardt. “Es decir, que están totalmente amoldados al pie natural”, 
afirma.

No se puede decir lo mismo de muchos zapatos de uso diario. “La mayoría de la gente tiene deformaciones de los pies, es decir, pies torcidos, pies planos o pies con los dedos abiertos”, dice Engelhardt, presidente de la Unión de Triatlón de Alemania. Esto tiene que ver con el hecho de que nosotros, a diferencia de nuestros antepasados, que generalmente caminaban sobre un suelo blando, como los senderos en el bosque, apenas caminamos descalzos, explica el traumatólogo. Por ello, los médicos recomiendan que de vez en cuando caminemos sin zapatos. “A los niños los zapatos muchas veces ya les quedan pequeños poco después de haber sido comprados”, dice Patrik Reize, director de una clínica ortopédica en Stuttgart. Como consecuencia, los pies se comprimen. Caminar descalzo ayuda a desarrollar una posición sana de los dedos, explica el experto.

En cuanto a las personas mayores, el movimiento con pies descalzos sirve para recuperar el uso del antepié al andar, explica Reize. De esta manera se puede entrenar la aponeurosis en la planta del pie entre el antepié y el retropié, dar apoyo al tendón de Aquiles o reducir la presión sobre la columna vertebral, por ejemplo. Esto disminuye el peligro de problemas de espalda.

Parques

Reize valora los parques para caminar descalzo, porque pueden ayudar a cambiar malas formas de andar. En Alemania, uno de esos parques, de los más grandes, se encuentra en la Selva Negra. Cada año unas 170.000 personas visitan ese parque, donde pueden caminar sobre suelos de grava, madera y barro y también sobre fragmentos de vidrio. “Estos fragmentos están pulidos y forman una superficie cerrada, por lo que no son peligrosos”, explica Carolin Dircks, directora de una oficina de turismo en la región. “Se sienten las irregularidades del terreno, pero esta sensación es agradable”, asegura.

Con el paso de los años, el sentido del tacto de la planta del pie se va perdiendo por el uso de zapatos, por lo que la mayoría de la gente reacciona encantada cuando vuelve a sentir los pies. “Las personas que caminan por el parque descalzas salen después muy relajadas”, dice Dircks. Andar descalzo estimula las zonas de reflejo del pie y, por ello, todo el cuerpo, además de regular la presión sanguínea, explica.

Sin embargo, quien no ha andado descalzo desde hace mucho tiempo debería comenzar a hacerlo poco a poco, porque de lo contrario pueden aparecer síntomas de sobrecarga, advierte Engelhardt. También es útil caminar a veces por la casa con calcetines. Sin embargo, caminar descalzo sólo tiene un efecto positivo limitado cuando la mala posición del pie se debe a una deformación de los huesos.

Hay que tener cuidado con ciertas enfermedades. Reize menciona al respecto la diabetes y la polineuropatía, término con el que los médicos se refieren a enfermedades que muchas veces comienzan con sensaciones anormales en los dedos del pie, que reducen la protección ante una sobrecarga. En el caso de los diabéticos, la sensación de dolor muchas veces está alterada. Si ellos no notan inmediatamente lesiones en el pie, existe el peligro de infecciones, 
advierte Reize.

Fuente: http://www.lavoz.com.ar/salud/caminar-descalzo-estimula-el-cuerpo-y-los-sentidos