Suena muy loco, pero es cierto. En Alemania, la policía está buscando a una que, tras entrar en una farmacia de la ciudad de Darmstadt, se levantó la blusa y comenzó a lanzar chorros de su  materna a los empleados. Su propósito fue distraerlos y robarles el dinero.

Según las autoridades policiales, la desaparición de 100 euros de la caja  fue descubierta cuando la mujer salió de la farmacia. "El  y los clientes se quedaron como estatuas de sal, porque no están acostumbrados a algo tan extraordinario", relata un portavoz policial.

Fuente: RT