José Alberto Alviárez (40) golpeó en la cabeza a su madre, Eduvina Alviárez Suárez (80), y le quemó las manos y los brazos en un ritual religioso. La sacrificó por la salud del presidente Hugo Chávez; al menos eso fue lo que refirieron los residentes del sector El Ojito del municipio Independencia, en el estado Táchira, publica La Verdad. Luego de asesinar a su progenitora le prendió fuego a la vivienda rural que compartían ambos el pasado lunes en la madrugada. Pero no fue hasta las 7.30 cuando los funcionarios motorizados de Politáchira, de la Policía científica y del Servicio de Emergencia del 171 tuvieron conocimiento del crimen.

Aprehendieron preventivamente al hombre mientras revisaron la casa y levantaron el cadáver de la sala de la vivienda. La anciana yacía en el suelo. Un hilillo de sangre desprendía de la cabeza y ya había hecho un charco de considerable tamaño. Tenía la ropa quemada y la piel en carne viva. Muy cerca del cuerpo había una silla también consumida por las llamas.

Por orden divina

José Alberto les confesó a sus vecinos que “lo hizo porque Dios se lo había ordenado, que solo así el presidente Chávez recuperaría su salud”.

Ante las evidencias y la presunta confesión, el asesino fue trasladado por Politáchira hasta un centro asistencial, donde le curaron las quemaduras y luego quedó recluido en la sede policial, a disposición de la fiscalía del Ministerio Público.

Quienes conversaron con José Alberto antes del crimen declararon a la Policía que él solo hablaba sobre la instalación de agua potable para su casa y que su madre se sentía mal por la diabetes. Aseguraron que nunca lo conocieron como fanático político o enajenado mental.

Era agricultor

José Alberto “se dedicaba a las labores del campo. Tenía un camioncito y trabajaba llevando y trayendo cosas, y cuando lo necesitaban, nunca se negaba para movilizar a algún vecino. Esto que ha pasado nos tiene a todos muy sorprendidos”, comentaron los vecinos.

Fuente: Notitarde