Un padre del estado de Florida en Estados Unidos, se percató de no romper la ley cuando quiso disciplinar su hija de 12 años de edad con una “pelita” y decidió llamar a la policía para que supervisaran el castigo.

El papá quería disciplinar a su hija por haber tenido una acalorada confrontación con su hermana y llamó al destacamento de policía para que le enviaran un agente y este supervisara el castigo golpeando a la niña y así no ser acusado de abuso, informó el diario Mirror.

El jefe del destacamento policial dijo, que no era la primera vez que alguien pidiera “supervisión” para castigar a un menor, personalmente ha supervisado unos 12 actos disciplinarios.