Un hombre de origen ruso decidió poner a prueba al mejor amigo del hombre: se sumergió completamente en el agua y quedó flotando, como si estuviera ahogándose. Al observarlo, su fiel compañero se lanzó desesperado a su rescate y lo llevó con su hocico hasta la orilla. En solo una semana, las imágenes ya fueron reproducidas más de dos millones de veces en YouTube