Comer  crudo, dejar la  o eliminar el gluten. Existen muchas corrientes alimenticias, algunas más estrictas que otras, que buscan mejorar la  y el . Si estás en busca de nutrientes y una forma novedosa de comer, podrías aprender de la experiencia de Camren Brantley-Rios, un joven que por 30 días se alimentó solo con insectos. Te contamos cómo le fue.

Comer insectos no es raro en algunas partes del mundo, pero en Occidente, la idea de la entomofagia —alimentarse con insectos— se considera asquerosa y repulsiva, sin considerar que son muy nutritivos. Pero Camren Brantley-Rios, de 21 años de edad, decidió embarcarse en un desafío personal: durante 30 días, su dieta solo estaría compuesta por insectos de todo tipo, creando además preparaciones con creativas recetas.

Desayunar una omelette de gusanos, seguir el día con guisos de cucarachas y terminar el día con un shushi preparado con toda serie de bichos que revuelven el estómago de cualquiera, incluso del propio Camren. Sin embargo, se mantuvo firme y cumplió con su mes comiendo insectos.

Si bien en un principio le pareció complicado, ya que no lograba dar con la mejor preparación para cada tipo de insecto, con los días fue aprendiendo y generó recetas de lo más completas que, pese a su contenido, se ven ricas.

Tras 30 días, el chico se declaró muy contento con los resultados, y piensa seguir incorporando insectos a su dieta, esta vez un poco más estándar.

Los beneficios de comer insectos

En su blog, 30 days of bugs, Camren Brantley-Rios iba relatando su día a día, contándonos porqué deberíamos comer insectos en lugar de mirarlos con asco:

Ciertos gusanos son la fuente más importante de proteína que se puede encontrar en la naturaleza, además de contener fibra para una buena digestión y grasas esenciales.

La cantidad y variedad de vitaminas presentes en los insectos es muy alta, por lo que incluso servirían para disminuir la posibilidad de padecer ciertas enfermedades.

Comer insectos es muy saludable, ya no cargan con enfermedades, a diferencia de ciertas plantas o tipos de carne.

Hay muchos insectos en el mundo, lo que los convierten en una forma muy económica de alimentación. Además, el costo de producirlos es muy bajo y no contamina, lo que no ocurre con las vacas.

Requieren de poca agua y alimento. Asimismo, el 80% de su cuerpo es comestible. En una vaca, el porcentaje comestible decrece al 40% en la mayor parte del mundo.

Hay muchos más argumentos y, tal como dice Camren, son un gusto adquirido, tal como pasó con otros alimentos en la historia. No es necesario alimentarse solo de bichos, es más, muchas de tus comidas ya los traen, pero no estaría mal darles una oportunidad. ¿Qué opinas?

Fuente: Ojo Curioso