Estas son algunas de las afirmaciones de la ciencia, que podés empezar a usar en tu beneficio.

1. En la madurez se goza más. Se dice que el sexo es cosa de jóvenes, pero, en realidad, la ciencia apunta a que la satisfacción sexual, sobre todo en las mujeres, aumenta con la edad. Investigadores de la Universidad de California publicaron un estudio en American Journal of Medicine donde evaluaron la actividad y la satisfacción sexual de un total de 806 mujeres con una media de edad de 67 años. Se concluyó que al cumplir años, tenemos un mayor conocimiento tanto de la sexualidad, tanto propia como ajena.

2. La salud cardiovascular se nota en la cama. Según los resultados de laEncuesta Nacional de Actitudes Sexuales y Estilos de Vida, realizada en Reino Unido y publicada en The Lancet, la mala salud se asocia con la disminución de la actividad y la satisfacción sexual en todas las edades. “En los varones, por ejemplo, la disfunción eréctil puede ser un indicador precoz de enfermedad cardiovascular, y se asocia a un mayor riesgo de infarto de miocardio y de mortalidad cardiovascular”, explica Ricardo Gómez Huelgas, vicepresidente segundo de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI).

3. Los tacos altos no ayudan. El fisioterapeuta Pablo Delgado de la Serna explica: “Los tacones desplazan la postura del cuerpo hacia delante, lo que produce una anteversión de la pelvis y, en muchos casos, esto lleva a un debilitamiento de la musculatura del suelo pélvico, una de las posibles consecuencias la aparición de disfunciones sexuales”. “Lo recomendable es usar tacones de entre 2 y 4 centímetros de altura”, precisa De la Serna.

4. El sudor del hombre estimula a la mujer. Según el estudio publicado enThe Journal of Neurosciencies, el líquido que segregan las glándulas del varón puede alterar los niveles de cortisol (hormona) en la mujer, predisponiéndola al sexo. Concretamente, el estudio habla de cambios hormonales en mujeres que habrían olido androstadienona, un compuesto del sudor masculino.

5. Disfrutamos más del sexo con una pareja estable. La tendencia biológica del ser humano al desliz contrasta con un mayor nivel de satisfacción íntima en el marco de una pareja estable, como afirmaron el 97% de los hombres y el 96% de las mujeres en una encuesta realizada por la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB). En una pareja estable existe mayor complicidad e intimidad que con compañeros ocasionales. Se construye un lenguaje propio que ayuda a entenderse con mayor facilidad y se genera un clima ideal para que la pareja pueda expresarse de forma auténtica y coherente a sus deseos.

6. Dormir bien es esencial. Cada hora adicional de sueño aumenta en un 14% la probabilidad de que una mujer mantenga relaciones sexuales al día siguiente, según el investigador David Kalmbach, de la Universidad de Michigan. Un buen descanso, tanto en cantidad como en calidad, favorece el correcto funcionamiento de los ciclos hormonales que requieren de cierto número de horas de descanso. Además, haber descansado nos mantiene activos, con apetencia; mientras que la fatiga hace que el cuerpo dé prioridad a actividades básicas y relegue otras no prioritarias, como puede ser la sexual.

7. La comida picante no excita. No es que una enchilada predisponga al sexo, sino que suele ocurrir que los que prefieren este tipo de comida son picantes en todos los sentidos, debido a sus elevados niveles de testosterona. Según la publicación Physiology & Behavior, “los hombres con afición al picante tienen constitucionalmente más testosterona”, hormona relacionada con el mantenimiento del deseo sexual, tal como confirma Bassas.

8. Los kilos de más estorban. Y no por cuestiones de flexibilidad. La Universidad de Medicina de Ilam (Irán) realizó un estudio, el pasado enero, vinculando el exceso de peso con las disfunciones sexuales femeninas, y concluyó que existía una relación de causa y efecto entre ambas. “En ambos sexos, la obesidad induce una serie de cambios hormonales que propician la disfunción en la esfera sexual. Se ha demostrado que la pérdida de peso puede facilitar la recuperación de ese tipo de disfunción en muchos casos”, destaca Bassas.

9. Las deportistas gozan más. El investigador Omer Faruk Karatas, de la Universidad de Ankara (Turquía), comparó a mujeres deportistas con otras más sedentarias, y comprobó que a las primeras les llegaba mayor flujo de sangre al clítoris. “El deporte, además de eliminar estrés, mejora la respiración y la circulación, produciendo que los vasos sanguíneos aumenten de tamaño y mejore la llegada de sangre a la zona de la vagina, clítoris y musculatura cercana, cosa que repercute para bien en la calidad de las relaciones sexuales”.

10. Apagar el celular favorece la intimidad. Para conectar con la pareja necesitamos desconectar del resto de los asuntos. Y esto incluye las redes sociales. El estudio "El papel de los teléfonos inteligentes y la tecnología en la vida sexual y romántica", de la Universidad de Durham (Reino Unido) examinó el impacto de la tecnología y los smartphones en el romance, la intimidad y el sexo de las personas con relaciones de larga duración, y demostró que genera múltiples tensiones en la pareja. El consejo de los investigadores es simple: aprender a apagar el móvil cuando queremos disfrutar de un momento de intimidad.

 

Fuente: http://www.informe56.com/index.php/noticias/2141-en-eeuu-un-tercio-de-ninos-latinos-vive-en-pobreza