El hombre que hace un año entró la competencia primaria republicana como el probable y casi inevitable candidato del “establishment”, Jeb Bush, abandonó hoy la contienda por la nominación de su partido, confirmando una vez más que la competencia presidencial de este año no es como ninguna otra de las que se hayan visto en tiempos recientes.

Tras quedar en cuarto lugar en Carolina del Sur, un estado que antes otorgó grandes triunfos y las nominaciones presidenciales de su partido a su padre George H. W. Bush (1988) y a su hermano George W. (2000), el ex gobernador de Florida Jeb Bush decidió suspender su campaña por la presidencia.

Bush tenía el tesoro de campaña más grande de todos los candidatos –de ambos partidos- incluyendo un enorme “Super PAC”, que sin embargo no le sirvió para figurar entre los primeros lugares en ninguno de los tres estados que han votado hasta ahora por la nominación republicana. Su campaña, antes considerada inevitable, nunca arrancó con la fuerza que muchos esperaban.

El hijo y hermano de dos presidentes y esposo de una mexicana –con la que tiene tres hijos-, se retiró enfatizando haber hecho la campaña que consideró la mejor posible. Y pareció mandar un mensaje al país, alertándolo respecto a aspirantes que se consideren por encima de la oficina del presidente.

“Mi visión de Estados Unidos incluye a todos, porque nuestro país merece un presidente para todos”, dijo Bush durante su discurso. “La presidencia es más grande que cualquier persona y sobre todo que cualquier candidato”.  La aparente referencia a otros candidatos, en particular a Donald Trump, quien triunfó en Carolina del Sur, fue evidente.

¨Para que nuestra nación sea más segura, fuerte y libre, el pueblo americano debe confiar esta oficina a quien entienda que el que la tenga es un sirviente, no el maestro. Alguien comprometido al servicio, con honor y decencia”, continuó.

Bush apareció emocionado durante la alocución. Y en un momento de la misma se volvió a besar a su esposa Columba, quien estaba detrás de él, a su izquierda. “Esta noche dormiré tranquilo al lado de mi mejor amiga, el amor de mi vida”, dijo.

La derrota de Bush también es el aparente final de la dinastía Bush, aunque nada previene a este o a un futuro Bush una futura carrera por la presidencia. El hijo de Jeb y Columba, George P. Bush, es comisionado de tierras en Texas, una posición relativamente poderosa en el estado y se considera que el joven Bush tiene aspiraciones que van más allá.

Al retirarse Bush, otros candidatos tuvieron palabras de elogio para el.

Cuando Rubio, quien ganó el segundo lugar en Carolina del Sur tomó el escenario en Columbia,alabó a Bush como “el más grande gobernador en la historia de la Florida”.

“Tengo un respeto increíble y una gran admiración no sólo para el gobernador Bush, sino para su familia y su servicio a nuestro país”, dijo Rubio. “Creo y rezo para que su servicio a nuestro país aún no haya terminado.”

Cruz también elogió a Bush y “su extraordinaria familia” por realizar una campaña con “dignidad”. Bush, dijo en un reproche tácito de Trump, “no bajó a la cloaca a participar en una sarta de insultos”.

Con la salida de Jeb Bush quedan cinco candidatos en la contienda, incluyendo a Ben Carson, John Kasich, Marco Rubio, Ted Cruz y Donald Trump.  Los precandidatos republicanos se enfrentan el martes en Nevada en sus asambleas.

Rubio visitará Las Vegas el domingo y Trump el lunes, antes de las votaciones del martes.

 

Fuente: http://www.eldiariony.com/2016/02/20/jeb-bush-abandona-la-contienda-por-la-nominacion-republicana/