La rutina mañanera pueden ser un gran aliado. Eso lo saben las grandes personalidades del mundo. Artistas,  de negocios y políticos suelen tener rutinas fijas que los ayudan a organizarse.

Steve Jobs, el fallecido fundador de , contaba que cada mañana se paraba delante del espejo del  y se preguntaba: "Si hoy fuera el último  de mi vida, ¿me gustaría hacer lo que voy a hacer hoy?".

Algunos años antes, Benjamin Franklin, padre fundador de Estados Unidos e inventor, tenía una lista muy detallada de qué cosas iba a hacer cada día, hora por hora.

Las primeras horas de la mañana pueden ser definir tu día, para bien o para mal.

Pero hay cuatro cosas que solemos hacer y que compromenten seriamente nuestro rendimiento:

1. POSPONER LA ALARMA

Quedarse unos minutos más metido en la cama puede parecer una bendición. Más ahora que comenzó el otoño y los días invitan a quedarse durmiendo.

Pero en vez hacernos sentir más descansados, esos minutos extra de sueño te van a dejar con una sensación de somnolencia y cansancio durante todo el día.

¿Por qué? En primer lugar, usar una alarma significa que tu cuerpo no despierta naturalmente ni respeta su ritmo circadiano, ese reloj interno que te dice cuando dormir y cuando despertar.

Por otro lado, posponer la alarma diez o veinte minutos no quiere decir que vayas a despertarte más descansado. Al contrario, puede hacer que la incercia del sueño sea más larga de lo normal y dure hasta 4 horas, en las que te vas a sentir como si recién te despertaras.

La solución: En lugar de poner el despertador a las 7 para despertarte a las 8, ponelo directamente a las 7. No te va a costar tanto despertarte porque vas a tener una hora más de sueño de calidad.

2. REVISAR EL CELULAR DESDE LA CAMA

Siete de cada diez personas duermen con el celular al alcance de la mano. Eso no solo hace que sea más difícil conciliar el sueño, sino que puede tener repercusiones al día siguiente.

Revisar los mails, los mensajes o las noticias del día desde la cama, puede causar un disparador de la ansiedad y comprometer tu capacidad de concentración durante el resto del día.

Según Sid Savara, un "experto en productividad", si lo primero que hacés a la mañana es chequear el mail, eso significa que no tenés clara tu lista de prioridades, y es más probable que te veas a trapado en trabajo sin sentido en lugar de hacer las cosas que querés y tenés que hacer. En lugar de poner en orden las prioridades, es probable que te la pases corriendo de un lado a otro y tu día sea un caos.

La solución: En lugar de usar tus primeros diez minutos del día para revisar Facebook, utilízalos para respirar y meditar. Según estudios científicos, meditar regularmente puede reducir los niveles de ansiedad, hacer que tengamos una visión más positiva de la vida y mejorar nuestra capacidad de concentración.

3. SALTEARTE EL DESAYUNO Y SÓLO TOMAR CAFÉ

Hay quienes hacen esto para tener energía y no sumar calorías. Pero de hecho no es una buena estrategia para perder peso.

Confiar en el café solamente puede aumentar la producción de cortisol, una hormona que en exceso fomenta la acumulación de grasa abdominal y afecta nuestra capacidad cognitiva.

La solución: darle combustible al cuerpo. Un batido de proteínas, una barra de cereal o unas tostadas con manteca pueden ser una buena opción para darle energía al cuerpo.

4. LEVANTARSE TEMPRANO PARA HACER EJERCICIO

Arrastrarse para salir de la cama para ir a la clase de zumba puede ser admirado como un ejemplo de fuerza de voluntad, pero no por eso está bien hacerlo.

Dejar de dormir le hace más daño que bien a tu cuerpo. La falta de sueño crónica (dormir siete horas o menos todos los días), hacen que el ejercicio sea menos efectivo.

Los estudios demuestran que atletas que están cansados se mueven más despacio, y su balance y capacidades motoras se ven limitadas.

A un nivel celular, los músculos se inflaman más, no se recuperan tan bien y puede provocar lesiones.

La solución: No lo hagas. Una noche de mal sueño no te hace nada, pero si lo haces seguido es contraproducente.

Fuente: Rumbos Digital