Venían pegados por la misma calle. El Mitsubishi Lancer color beige delante y el Mitsubishi Mirage rojo detrás.

Se desconoce por qué discutieron. La policía no descarta que se conocieran de antes y se estuvieran buscando para ajustar cuentas.

Cuando llegaron a una bifurcación, uno dobló para la izquierda y el otro para la derecha. Frenaron. Se miraron atentamente. Siguieron unos metros más, hasta salir del cuadro de la cámara de seguridad que registró todo lo ocurrido.

Entonces reapareció en escena el conductor del vehículo rojo. Vestía una sudadera blanca y tenía un gorro en la cabeza. Pistola en mano, apuntó y disparó.

Su rival, que también había bajado armado de su auto, se refugió detrás de una camioneta Toyota Fortuner blanca, que había quedado en el medio. En ese instante comenzó el tiroteo, que terminó con la muerte del dueño del Mirage.

El asesino huyó y continúa prófugo. Los ocupantes de la Toyota escaparon ilesos.

Fuente: infobae.com