SANTO DOMINGO, República Dominicana.- "Las pequeñas y medianas empresas (pymes) representan actores clave para incrementar el crecimiento potencial de América Latina”. Así se estableció en el estudio Perspectivas económicas de América Latina 2013 llevado a cabo por el Centro de Desarrollo  de la Organización para  la Cooperación y  el Desarrollo Económico (OCDE) y  la Comisión Económica para América latina y el Caribe (CEPAL).

El estudio recomendó a los países de América Latina que “Las políticas públicas deben facilitar el desarrollo de las pymes y eliminar las barreras a las que se enfrentan, lo que permitiría cerrar las brechas con otras empresas, con el objetivo de que actúen como catalizador del cambio estructural”.

El informe fue dado a conocer por Cristian Daude, representante de de OCDE, en una actividad encabezada por el ministro de Economía Planificación y Desarrollo, Temístocles Montás.

Se  plantea además que las pymes latinoamericanas pueden transformarse en agentes importantes del cambio estructural y del aumento de la productividad.

“Un esfuerzo de esta naturaleza requiere de un cambio de enfoque en las políticas públicas hacia las pymes. Para que estas sean efectivas, se necesita una mayor coherencia, articulación y coordinación entre las políticas de infraestructura, la provisión de servicios y las políticas sectoriales. En particular, las políticas en los ámbitos de financiamiento, competencias y formación, sistemas de innovación y difusión tecnológica, y las políticas de articulación productiva pueden ayudar a las pymes a superar sus barreras”.

Daude explicó además que las pymes  se caracterizan por una gran heterogeneidad en su acceso a mercados, tecnologías y capital humano, así como su vinculación con otras empresas, factores que afectan a su productividad, capacidad de exportación y potencial de crecimiento.

“Por un lado, constituyen un componente fundamental del entramado productivo, representando alrededor del 99% del total de empresas y dando empleo a cerca de un 67% del total de empleados. Por otro lado, la contribución de las pymes al PIB es relativamente baja, lo que revela las deficiencias en los niveles de productividad de las mismas con respecto a las empresas de mayor tamaño”.

Según los datos del estudio, los niveles de internacionalización de las pymes de América Latina son significativamente menores a los de Europa, y un tercio menores que las de Asia Oriental, mientras que solamente cerca de 10% de las pymes latinoamericanas exportan parte de su producción, en Europa la fracción de pymes exportadoras asciende a 40% del total.

“En este contexto, un diseño eficaz de las políticas puede constituir una herramienta fundamental para fomentar la diversificación productiva, uno de los mayores desafíos estructurales que presenta la región”.

Sin embargo, el acceso al financiamiento es una de las principales barreras que enfrentan las pymes para su desarrollo. Solamente cerca de 12% del crédito total en la región se destina a las pymes, en contraste con los países OCDE donde reciben un 25%.

Según el estudio, una de cada tres pequeñas empresas en América Latina identifica el acceso al financiamiento como una restricción seria. Las PYMES están también en desventaja frente a las grandes empresas en cuanto al costo de financiamiento bancario a largo plazo, pues obtienen tasas de interés mucho más altas, que en ocasiones duplican el costo de capital para las empresas de mayor tamaño. Esta diferencia es atribuible, en parte, a la transición del modelo de crédito en la región.