Todos quedaron en shock en 2016 con el masivo incremento en los montos de los contratos de los agentes libres en el baloncesto de la NBA. El escolta Bradley Beal recibió 128 millones de dólares por cinco años por parte de los Wizards de Washington aquella vez. Las preguntas comenzaron a llegar de inmediato. ¿Vale Beal ese dinero? Los Hornets de Charlotte le dieron 120 millones por cinco años al francés Nicolas Batum, un escolta algo propenso a las lesiones que promedia 12.1 puntos y 5.3 rebotes en su carrera.

Siguieron las preguntas. ¿Es Batum merecedor de ese monto? El caos -en ese sentido- llegó con el lucrativo contrato de Mike Conley Jr. Este armador, lejos de la élite de la posición en la liga estadounidense, negoció un acuerdo con los Grizzlies de Memphis de US$153 millones y cinco temporadas, convirtiéndose en ese momento en el mejor pagado. De repente, Conley ganaba más que el propio LeBron James, el mejor jugador del planeta.

¿Qué pasa en la NBA?, era la pregunta que todos se hacían. Es simple. La liga rubricó un contrato por derechos televisivos con las cadenas de Disney (ABC, ESPN) y Turner (TNT) hasta el 2025 valorado en 24 mil millones de dólares. Eso cambió todo. El histórico acuerdo tuvo un impacto inmediato en el tope salarial de la liga y en las decisiones de los equipos, tomando en cuenta el nuevo acuerdo de trabajo que dueños y jugadores habían firmado unos meses después del negocio con la televisión.

En ese verano de 2016 empezó la locura salarial, que en lo adelante será muy habitual en la NBA. De 70 millones de dólares para la estación de 2014-15, el tope salarial tuvo incremento de manera abrupta a 90 millones de cara a la contienda 2015-16. Una estación antes, el límite estaba en US$$63,065,000. 

Lo que ha pasado en la actual agencia libre es lo que seguirá pasando en las siguientes. Todos los años habrá un tope salarial mayor que el año anterior. El de esta temporada es de US$99,093,000, un dinero que las franquicias están compelidas a gastar, pues el nuevo acuerdo colectivo obliga a pagar el 90% del tope salarial cada año. Eso quiere decir que obligatoriamente la cifra mínima a gastar en salarios este año es de 89 millones de dólares. Por eso no debe extrañar que esta agencia libre haya sido tan salvaje. Cerca de tres mil millones de dólares han gastado los equipos en las firmas de jugadores de cara a la próxima temporada (2017-18). Solo dos franquicias en la NBA tienen un valor en el mercado de tres mil millones de dólares o más, según la lista anual de la prestigiosa revista Forbes dada a conocer en febrero de este 2017.

Se trata de los Knicks de Nueva York (3.5 billones) y los Lakers de Los Ángeles (3 billones). Los Warriors de Golden State aumentaron su valor como franquicia y ahora cuestan 2.6 billones de dólares. Solo el primer día de agencia libre hubo acuerdos contractuales por casi mil millones de dólares, incluido el pacto de 201 millones por cinco temporadas de Stephen Curry, ahora el mejor pagado en la NBA, gracias al promedio de US$40,231,758 por campaña. Este equipo de Golden State acaba de gastar alrededor de US$338 millones en acuerdos con agentes libres, incluidos los suyos Curry, Kevin Durant, Andre Iguodala, Shaun Livingston, David West, además de Nick Young y Omri Casspi.
Con la generosa firma de extensión de Otto Porter y los Wizards de Washington, este periodo de firmas ha entregado ocho contratos de más de 100 millones de dólares, la mayoría de ellos a jugadores con sus propios equipos.

Fuente: http://www.elcaribe.com.do/2017/07/22/los-salarios-nba-evolucion-sin-limites