Frank Guerrero, un dominicano nativo de Baní y que era gerente de un restaurante de la cadena McDonald, en el boulevard Bruckner en El Bronx, incluía cocaína en el menú, junto a las hamburguesas, "Happy Meal" y papitas fritas, que vendía a los adictos que hacían los pedidos en el mostrador.

Pero Guerrero, de 26 años de edad, no sabía que entre esos clientes estaba un policía encubierto que le hizo varias compras.

Guerrero, dirigía el local en el turno de la noche y llevaba ocho años en el puesto.

La policía dijo que escondía la cocaína en bolsas de galletas y las vendía a los clientes. En ese restaurante, sólo ventanilla lateral estaba abierta, pero Guerrero, daba acceso al mostrador interior a los adictos.

En una investigación de tres meses llamada "Operación Fuera del Menú", la policía dice que un oficial encubierto compró cocaína por $11.000 dólares unas ocho veces a Guerrero.

La última y mayor venta al policía fue el 22 de septiembre.

En esa transacción, Guerrero supuestamente le vendió 100 gramos de cocaína y crack por $6.500 dólares al encubierto.

"Guerrero ocultaba la cocaína en bolsas para galletas que colocaba dentro de una orden de dos cheese burgers hamburguesas de queso), un refresco y papas fritas, mientras otros empleados estaban trabajando en ese momento en el restaurante", dijo en un comunicado ayer jueves la Oficina de la Fiscal Especial Anti Narcóticos de Nueva York, Bridget Brennan.

La fiscal especial dijo que Guerrero les dio tratamiento especial a los clientes de drogas, mientras los clientes de McDonald's solo podían ordenar por la ventanilla.

Guerrero presuntamente les abría la puerta principal y los invitaba al restaurante.

"Las acciones de este empleado son inaceptables y no serán toleradas en mi empresa", dijo Tony Rodríguez, dueño y operador de la franquicia del restaurante, añadiendo que coopera con la investigación de la policía.