Buscar dinero prestado para cubrir necesidades no prioritarias puede ser nocivo. Muchos factores nos motivan a esta cultura... ¿Podemos oponernos?

Me refiero aquí a las deudas de consumo, no a las que nos sirven para hacer crecer algún negocio o cambiar el pago de un alquiler por la adquisición paulatina y medida de un bien.

Las deudas arriban más rápido de lo que pensamos. Logran introducirse en la vida diaria y llegan a no ser un dolor. Algunos conviven por un tiempo hasta que se salen de control.

Cualquier deuda tonta perjudica y deja huellas. Hasta las que no generan intereses, como a amigos o familiares, terminan causando un malestar que lleva a roces en las relaciones. La pérdida de credibilidad y creación de una mala reputación no se dejan esperar.

Veamos algunas condiciones que nos pueden llevar a una lucha inesperada con tan agresivas enemigas.

• Por adelantar el futuro. La teoría de “La vida es ahora” nos guía por un camino muy interesante. No necesitamos esperar a tener el dinero para obtener un bien o servicio. En algunos casos es una ventaja, como en el de las deudas superinteligentes (como explico y motivo por extenso en mi libro Arco Iris Financiero), mientras en otros casos nos complica el futuro. Pensar que mañana quizá no existamos es una apuesta que casi siempre perdemos, solo un día la ganaremos. Adelantar el futuro con deudas sale muy caro.

• Por condiciones patológicas. Existen razones que tienen mucho peso, son internas y hay que combatirlas sistemáticamente. Las hormonas de la felicidad se esparcen cuando se activa el centro de las recompensas. Las compras son autorecompensas que reparten endorfinas por todo el cuerpo, la felicidad llega. En momentos de estrés o poco felices una solución es activar el centro referido... saliendo de compras aunque el dinero no esté en la cuenta y no sea prioridad. Las tarjetas de crédito ayudan a pasar el momento. Lo malo es la consecuencia, deudas. El consumismo es terrible para unas finanzas sanas.

• Porque podemos. Tener a disposición dinero de otros es una de las causas más comunes del endeudamiento tonto. Las personas que acceden con facilidad al crédito sienten una seguridad que les da tranquilidad. Las cooperativas del trabajo dan acceso relativamente fácil al dinero; las compras en cuotas; los préstamos informales, familiares con posibilidad de ayudarnos, ampliación del crédito, etc. Acceder a dinero de otros nos aligera la carga emocional.

• Por falta de disciplina. La reina de las herramientas. Con ella podemos esperar y no pagar intereses... dinero que erogamos y no adquiere nada. Disciplina para ahorrar; con el dinero acumulado podemos hacer frente a variaciones en nuestro presupuesto o a compras que no se pueden realizar con el ingreso de un solo mes.

• Por competir. La necesidad de reconocimiento combinada con una baja autoestima llevan a que nos comparemos con otros. La mala noticia es que siempre habrá personas que tengan más que nosotros. Un nuevo automóvil nos sitúa en un lugar privilegiado ante algunos, pero no ante todos. Y peor, en poco tiempo ya no será nuevo. Estar a la moda es complejo para nuestro bolsillo, desechamos bienes que aún cubren las necesidades principales por adquirir otros que solo lo superan en la categoría de novedad... no de uso.

Si tenemos problemas y nos falta disciplina la solución es alejarnos de las fuentes de crédito.

 

Fuente: https://www.diariolibre.com/economia/por-que-nos-endeudamos-IN8429648