Shay Wignall, de 11 años, fue diagnosticada con la leucemia más grave que existe, linfática aguda en fase avanzada. Los médicos le aseguraron a su madre que no tenía posibilidades de sobrevivir.

El pasado mes de abril, Julie Wignall, la madre de la pequeña de 11 años llamada Shay, recibía la peor noticia que podían decirle a una madre: su hija se moría. Con un grave diagnóstico de leucemia linfática aguda en fase terminal, Shay no tenía probabilidades de vivir. Los médicos se lo dijeron directamente a su madre; Shay no viviría durante mucho más tiempo.

Según ha publicado Daily Mail, La madre tuvo que decirle a su hija que padecía una grave enfermedad: “Tuve que decir lo peor que se le puede decir a un niño. Su primera reacción fue pensar que se iba a morir. Todo el tiempo que estuvo ingresada estuve pensado: ‘Se han equivocado’, pero no se equivocaron“.

Shay se sometía a 6 meses de intensiva quimioterapia para tratar de alargar su esperanza de vida. Durante ese tiempo estuvo en cama y alojada en la Casa de Ronald McDonald, una residencia benéfica para personas que lo necesitan y así estar cerca del hospital donde reciben atención médica.

Después de 6 meses de quimioterapia y realizarle los análisis pertinentes para saber si las células cancerígenas habían disminuido, los médicos descubrieron sorprendidos que no quedaba rastro de células malignas.

Los médicos han confirmado que la pequeña Shay de 11 años está libre de cáncer y le darán el alta para que pase las navidades en su casa, pero deberá volver después de las fiesta para volver a someterse a tres semanas más de quimioterapia para evitar una posible reaparición de células malignas.

Sin duda se trata de una puerta a la esperanza para aquellos que luchan todos los días contra este tipo de enfermedades.

 

 

Fuente: http://www.cherencov.com/2017/12/11/una-nina-de-11-anos-es-diagnosticada-con-cancer-terminal-pero-se-cura-forma-milagrosa/