Actualmente existen procedimientos que prometen ayudar a disimular la apariencia de las estrías, una de ellas, el “camuflaje”. Con esta técnica se rellena la cicatriz con tinta del color de la dermis para crear una ilusión óptica de “piel perfecta”.

Si hay algo que no se exhibe con orgullo son las estrías, cicatrices de la piel que miles de mujeres y hombres, aunque en menor medida, buscan evitar, eliminar o disimular. Las técnicas que existen para contrarrestarlas, son múltiples: van desde tratamientos con cremas, peeling, láser, hasta las agujas, esta última muy utilizada para el camuflaje de las estrías, que promete disminuir su apariencia con pigmentos especiales para hacerlas imperceptibles a la vista, explica Meri Medrano, especialista en maquillaje permanente de la estética Bladingrose.

“Teniendo en cuenta que las estrías son un tipo de cicatriz, lo que hacemos es una ilusión con un color muy parecido al de la piel”, dice Medrano. Aclara que con esta técnica no se eliminan las estrías, sino que se cubren con una tonalidad.

Las estrías que se recomienda tratar con este procedimiento son las blancas, ya que según la especialista, están en su fase final y, por ende, no tendrán variación. Mientras que en las que tienen tonalidad rosada o morada, no se aconseja su uso, puesto que se pueden eliminar por completo a través de láser, micro punturas u otros tratamientos estéticos, señala.

La sesiones que conlleva esta práctica variarán de acuerdo al tamaño que tengan las estrías. “Se requieren hasta tres sesiones, donde la segunda y tercera se dedican a toques finales”, sostiene Medrano.

Pese a que la técnica puede causar perturbaciones por el uso de agujas, no hay dolor, indica la especialista. “Al finalizar la técnica, la piel tratada se torna roja y un poco hinchada, pero este efecto es temporal”, comenta. Con relación a la cicatrización, manifiesta que comienzan a notarse los efectos entre los 15 o 21 días.

Aunque todas las áreas son demandadas para tratar estas marcas, Medrano sostiene que las estrías que más acomplejan a las mujeres son las que tienen en el abdomen, senos, glúteos y hombros.

“Este método ha sido muy efectivo para personas que, por ejemplo, llevan años sin aceptar invitaciones a actividades acuáticas por vergüenza a mostrarlas”, dice Medrano. Después de someterse a la técnica, es necesario seguir una rutina de cuidado para facilitar la recuperación de la piel, tales como el uso de productos curativos por unos 15 días. Y no exponerse al sol en los próximos 60 días luego de la primera sesión.