A la hora de montar un negocio y conseguir financiación para emprenderlo es fundamental conseguir inversión. Para triunfar en este primer paso, todo emprendedor ha de contar con un discurso destinado a presentar una idea de negocio, es decir, lo que se conoce en el mundo anglosajón como «elevator pitch». La consultora Augeo Consulting Group ha elaborado un décalogo con consejos para que cualquier potencial empresario puede conseguir fondos en situaciones tan diversas como una reunión en ala sala de juntas de un banco, frente a un «Business Angel», una fiesta o una conferencia.

1. Explicar en qué consiste el proyecto empresarial. Tenemos que hacer llegar al posible inversor las características principales de nuestro proyecto empresarial de forma concisa, directa y concreta.

2. Experiencia e «inquietudes personales». Explicar cuáles son nuestras circunstancias personales, experiencia profesional y «necesidades vitales».

3. Objetivos y expectativas. Transmitir por qué queremos poner en marcha el proyecto, cuáles son nuestros objetivos y plantear con cuáles son nuestras necesidades para sacarlo adelante. El inversor ha de saber qué es lo que esperamos de él.

4. Un «elevator pitch» no es un «business plan». Se trata de un sumario o resumen de una idea de negocio, no necesitamos entrar en el detalle de cada partida o aspecto. Eso lo dejaremos para reuniones posteriores.

5. Transmitir pocas ideas, pero impactantes. Desglosar los elementos fundamentales del proyecto empresarial. Es conveniente lanzar una serie de «titulares» que identifiquen la oportunidad que supone apostar por nuestra idea de negocio.

6. Definir a quién se dirige el proyecto. Hay que identificar claramente el mercado al que nos dirigimos, demostrar un buen conocimiento del mismo e identificar el sector en el que pensamos competir y el «nicho» que buscamos cubrir con nuestro proyecto.

7. Transmitir entusiasmo. Difícilmente podremos generar curiosidad en el interlocutor si este no percibe en nosotros pasión por nuestro propio proyecto.

8. Llevar hechos los deberes. Los inversores profesionales están acostumbrados a examinar muchas ideas de negocio, y con toda probabilidad cuestionarán algunos aspectos de nuestro proyecto. Estar preparado y anticipar en la medida de lo posible esas objeciones nos ayudará a crear una buena impresión.

9. Ir al grano. Hay que evitar a toda costa la dispersión, el propio concepto de «elevator pitch», que alude a lo que se tarda en realizar un trayecto en ascensor, da una idea de la brevedad que debe tener este tipo de discursos. Hay que centrarse en las líneas maestras del proyecto empresarial que se presenta y utilizar únicamente las cifras estrictamente necesarias.

10. Reunión posterior con los interesados. El objetivo principal del discurso debe ser lograr una reunión posterior donde seguir avanzando. Así pues, el objetivo del no es tanto vender como abrir una puerta. Se trata de despertar el interés del inversor o cliente por saber más de nuestro proyecto empresarial.