Un historial familiar de psoriasis podría ser predictivo de su desarrollo. No obstante, no siempre ocurre así.

La psoriasis es una condición inflamatoria que ocurre como resultado de la multiplicación exagerada de las células que componen la piel. Es una condición en la cual el sistema inmune está alterado, haciendo que las células de la piel se proliferen en días, en vez de semanas, que es como ocurre normalmente. El cuerpo no elimina esas capas de células en exceso, que se van acumulando, formando lesiones rojizas y costrosas, llamadas placas. El color rojizo de las lesiones, o eritema, se debe a la inflamación que ocurre en la dermis, la cual hace que las células se dividan anormalmente.

Las lesiones de psoriasis pueden variar en apariencia; sin embargo, el tipo de lesión más común es la psoriasis en placa, o “psoriasis vulgaris”. Esta variante se caracteriza por lesiones costrosas, circulares y ovaladas distribuidas mayormente en las superficies extensoras del cuerpo, como: las rodillas, los codos, la parte baja de la espalda y también pueden afectar el cuero cabelludo. En algunos casos, esas lesiones pueden crecer y unirse, y pueden afectar casi todo el cuerpo. Estos pacientes pueden sufrir de picor, ardor, sangrado por las lesiones y, más aún, se deprimen por su apariencia física. Existen otras variantes de psoriasis menos comunes como: la psoriasis en gota, la inversa, la pustular y la eritrodérmica.

La psoriasis también puede afectar las uñas. Alrededor de la mitad de los pacientes con psoriasis pueden manifestar cambios en las uñas de las manos y los pies.

Un historial familiar de psoriasis podría ser predictivo de su desarrollo. No obstante, no siempre ocurre así. Existen estudios que dicen que de un 56 a 71 por ciento de los pacientes con psoriasis tienen un familiar con la condición.

La psoriasis puede manifestarse a cualquier edad y en cualquier raza, desde la infancia hasta la vejez, pero se sabe que la mayor parte de los pacientes que van a desarrollar la enfermedad la manifiestan antes de los 40 años de edad. Hay dos grupos de edades donde se puede manifestar la psoriasis por primera vez: entre los 16 y los 22 años de edad y entre los 57 y 60 años.

Existen varios factores que pueden exacerbar o empeorar la psoriasis: los factores locales y los sistémicos. Entre los factores locales están: el trauma físico y la radiación ultravioleta. Entre los sistémicos se han descrito: infecciones por estreptococo, VIH, ciertos medicamentos, fumar, consumo de alcohol, factores hormonales y factores emocionales.

La calidad de vida de muchos pacientes con psoriasis se ve afectada, ya sea por el rechazo social por falta de conocimiento sobre la condición o por las molestias que causa la enfermedad en sí y, muchas veces, es necesaria la intervención de especialistas en salud mental y de grupos de apoyo. 

Todo paciente que tenga psoriasis debe visitar a su dermatólogo para una evaluación completa y recibir el tratamiento adecuado, que va desde productos aplicados a la piel hasta terapias inmunológicas inyectables.

El autor es dermatólogo y consultor médico del grupo de apoyo “Venciendo la psoriasis”. 

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