Aunque las necesidades de cada mujer varían, a algunas les encanta que su pareja las consienta a más no poder, que las abrace, las apapache y no las suelte ni para maquillarse; otras en cambio prefieren que su hombre vaya más despacio. A pesar de esta dualidad, citamos esas ‘cositas’ que pueden tener o practicar algunos hombres y que hacen feliz al género femenino. 

1. Comunicación: Es uno de los rasgos más importantes en una relación. Una pareja puede quererse más que Tom Cruise y Katy Holmes –mal ejemplo, perdón–, que Romeo y Julieta, pero si no existe una fluida transmisión de señales entre ambos, tarde o temprano ese vínculo amoroso terminará en el traste. ¡Ojo! Que tu pareja no sea de aquellos que te invitan a cenar y luego terminan chateando con su celular toda la noche. ¡No hay derecho! –Y con lo caros que están los planes de texto–.

2. Comprensión: En el mundo de hoy, donde la mujer cumple una infinidad de roles: ser ama de casa, empresaria y hasta una alta ejecutiva, es importante que ustedes cuenten con un sujeto que logre entender sus necesidades y responsabilidades en esos campos que se desempeñan. Ya no es suficiente con que tu pareja te comprenda como madre, también debe hacerlo con tu agenda laboral, si un día le dices: “Amor, tengo que irme de viaje con los delegados de la empresa”, él te responda: “Mi amor, vete tranquila, yo me encargo de todo” –así por dentro se esté mordiendo un codo–.

3. Apoyo: Aunque ‘la comprensión’ y ‘el apoyo’ se pueden confundir en un solo concepto, la verdad es que son muy diferentes. La comprensión implica: entendimiento y condescendencia, mientras que el apoyo significa: ayuda y respaldo. Citando el ejemplo anterior, es muy distinto que él diga: “Vete tranquila, mi amor, yo me encargo de todo”, a que exprese “de una” y se ponga a hacerte la maleta –si se desboca por empacar tu ropa, la cosa puede connotar otro asunto–.

4. Respeto: Esto no significa abstenerse de agresiones físicas o verbales, también involucra tener una buena disposición a aceptar todas las cosas indispensables o importantes para ti, como tu espacio, tus amigos, tus hobbies, hasta tu forma de dormir –dando vueltas, quitando la cobija–.

5. Amor: ¿Qué puedo decir yo respecto a este tema que tú ya no sepas? Creo que nada. Este concepto idílico es la esencia de toda relación. El secreto está en sentirlo y compartirlo todo el tiempo con la otra persona.

Si te sientes capaz de hacer cualquier cosa por él o por ella, desde tirarte de un avión en paracaídas –o sin él –, pero si estás segura de que él solo te prestaría un minuto de su celular –y después te lo cobra– desapégate lo antes posible.

6. Diversión: Para sobrevivir a la rutina, al estrés y a las angustias, hay que aprender a sonreírle a la vida. Sería ideal que tu hombre fuera más que un hombro en donde sobrellevar las penas y se convirtiera en una persona que te sacara sonrisas y te alegrara aún más cuando no tienes ganas de nada. Con esto no quiero decir que hay que fijarse en el primer payasito que te encuentres, pero si el destino te pone varios pretendientes, elige al que más te haga llorar… de la risa.

7. Integridad: En el mundo sobran los hombres sin carácter, babosos, cafres y malas personas. Este aspecto es uno de los más relevantes. Un individuo que sea íntegro estará siempre dispuesto a hacer lo correcto. Además te orientará para que no des pasos en falso –porque en la actualidad es muy fácil meter la pata–, si no me crees, pregúntale a Mel Gibson.

8. Amistad: Qué maravilla poder enamorarse del mejor amigo, y aunque en ocasiones es difícil, no resulta imposible. Busca a una persona que te brinde más, que complemente su amor con una férrea amistad. Si por distintas razones no funciona, lo más seguro es que la relación sentimental se acabe pero la amistad, no.

9. Un hombre: Más allá de todos los puntos que he tratado, no puedes ignorar que un hombre en su naturaleza está para protegerte, hacerte sentir viva y mujer; si tu pareja te provoca todas esas emociones, habrás alcanzado la mitad de la toda felicidad que necesitas hasta el final de tus días.

10. Placer: Lo encontramos en muchos momentos y formas, en una conversación, en una cena romántica o en el fuego hirviente de la intimidad. Sea cual sea, la felicidad total y absoluta está en compartir con ese alguien todos los placeres, experimentar, complacerse, estudiarse mutuamente. Si puedes hacer “check” en este principio, déjame resumirlo en dos palabras: estás hecha.