Aunque a primera vista podría parecer que este barco ha sido víctima de un despiste con el radar o con el GPS, no ha naufragado para acabar a ese acantilado. Todo tiene su razonamiento. Y no es una ilusión óptica.

Tan insólita imagen corresponde al Sun Cruise Resort, en Donghae, Corea del Sur, un hotel que ha sido diseñado y construido en un astillero exactamente como un transatlántico, permitiendo emular la experiencia de un crucero pero con su casco anclado a tierra, evitando así los mareos propios de la mar y ahorrando a la vez un Potosí en combustible.

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Debido a que el buque se ha colocado en lo alto de un acantilado costero en Jeongdongjin (“un destino turístico conocido por tener la mejor vista de la salida del sol en Corea” reza la página de turismo del país) un paseo por su la terraza le permite a uno sentir que está directamente en el mar. O por lo menos eso dicen.

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Mucho ayudan los efectos de sonidos que suenan por los pasillos para hacer simular que uno navega por el agua. El caso es que este barco-hotel de lujo asiático de 165 metros de longitud, 45 metros de altura y 30.000 toneladas de peso cuenta con 211 habitaciones para los turistas que quieran comprobarlo.

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Abrió sus puertas en el 2002 y es considerado el primer hotel temático tipo crucero del mundo, sin duda una idea adaptada a estos tiempos de crisis que cambia las tasas de navegación, los sinsabores del océano y el coste de desplazar una mole de este tipo por un concepto fijo en tierra que también ofrece buffet libre y brisa marina en grandes cantidades, que al fin y al cabo es la base del asunto.

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Fuente: http://www.cookingideas.es/como-ha-llegado-este-transatlantico-a-lo-alto...