“El poder en manos de alguien que no lo ha adquirido poco a poco es fatal para cualquier persona. El enriquecimiento rápido resulta más peligroso que la pobreza”. Hace unos meses leía un libro, Piense y Hágase Rico de Napoleón Hill, se me quedó esa frase en la mente. Pensé en los errores que el ser humano comete por tener dinero sin pensar en el daño que puede causarle a los demás.

Este tipo de acción se ve mucho en nuestro pobre país. Vemos funcionarios firmar contratos sin leerlo porque le dan una buena cantidad de dinero para ignorar lo que puede suceder, vemos otros funcionarios hacerse la vista gorda sin importarle que los más necesitados estén en riesgo, vemos día a día jóvenes cometer atracos y hasta quitarle la vida a otro por dinero, escuchamos de otros vender drogas, también escuchamos de otros “darle un tumbe” al que vende las drogas… todo esto solo por el dinero fácil sin trabajar gran cosa.

La vanidad es algo que siempre vamos a presenciar y tenerlo cerca, si nos llevamos de ella fracasaremos fácil. El dinero fácil es la tentación usada por el mismo diablo; hay que tener mucha fe y creer en Dios para no caer en una de esas “lucrativas” tentaciones.  Es por esto que la educación familiar y religiosa es vital en el hogar para nuestros hijos. Hay que hacer un esfuerzo sobrehumano para educarlos y prepararlos para la “calle”. Con la vida tan disfuncional de hoy día es aún más difícil y lleva más esfuerzo pero hay que tratar de que no se le llene la cabeza o su ego con lo material.

La falta de dinero hace al ser humano cometer estupideces muy extrañas. Es por eso que dentro de las familias debe existir educación y comunicación. La vida nos está llevando a un rumbo de incertidumbres y debemos empezar ahora a formar nuestro futuro.  En todo lo que hagas el esfuerzo y la fe van de la mano hacia un futuro limpio y sin preocupación.  El dinero rápido no te lleva a vivir en tranquilidad contigo mismo y sin que tengas quien te señale.  

Puedes ver como hay muchos que tienen grandes bienes materiales adquiridos de forma ilícita pero no llevan paz en su corazón. Sin embargo hay otros que han trabajado desde pequeños esforzándose y edificando su futuro centavo a centavo, estos si gozan de vida plena y paz interior. Entonces, ¿por qué tener lo que no te has ganado?

Esfuérzate hoy para mañana. Edúcate y sírveles a los demás.  Aprendamos a vivir, trabajemos para nuestro futuro hoy!