El traje de baño es una de esas piezas que, si bien puede durar muchas temporadas, la realidad es que, una vez que tenemos que reponerlo -o por puro gusto, también se puede- ¡sufrimos! Ya sea en la búsqueda o, una vez que lo hemos estrenado, porque algo ya no nos gustó: no ajusta bien, muestra más de la cuenta o los resortes lastiman... por nombrar algunas amargas decepciones a la que nos enfrentamos.

Así que antes de adquirir un traje de baño, lleva esta lista de tips, para que elijas más rápido y a prueba de errores.

1. Decide entre una o dos piezas.

Actualmente están en completa tendencia los bañadores de una pieza para mujeres, coqueteando con los cortes vintage. Ya sea con peplum o faldilla en la parte baja, o con la pierna escotada.

Si lo tuyo es usar un bañador de dos piezas, hay muchas opciones para mezclar el calzón con el top, ¡así que diviértete y sé creativa! Puedes optar por estampados en una de las partes y un solo color en la otra, o darle vida a una combinación usando una de las piezas en tonos neón.

2. Elige un estilo que te haga ver bien.

El escote en V es maravilloso para el busto grande y puedes optar por uno al que se le puedan desamarrar los tirantes, de manera que no se marquen en tu cuello y hombros. Sólo asegúrate de que el ajuste en la espalda sea suficiente.

En los bikinis también importa el tipo de sujetador que elijas: el strapless (sin tirantes) conviene más si tiene copas preformadas, de manera que tus senos están más asegurados en su lugar, y se verán mejor; con tirantes halter (alrededor del cuello) o sobre los hombros, también son una buena opción.

Los tops que llevan un blusón incluido, son lo más cómodo cuando quieres mantener la comodidad de las dos piezas, pero prefieres estar más cubierta.

Como consejo: Los bikinis de hilo dental y triángulo para cubrir el pecho son más adecuados para adolescentes; claro que se verá tu cuerpazo de gym si te los pones, pero no se verá con tanto estilo si pasas de los 25...

3. Revisa el material

Es delicioso ponerse un traje de baño ligero y delgado... Hasta que los pezones se transparentan, o la zona inferior se nota demasiado.

Las piezas que llevan doble tela -un forro y la tela con diseño-, se verán más lisos sobre tu cuerpo y darán mejor soporte. Sin embargo, al ponértelo en seco, no debe quedar apretado en ninguna parte, porque tendrás la tentación de estarlo acomodando y será tan incómodo como uno que trasluce.

Por otra parte, el spandex es el aliado de las chicas en traje de baño, pero es importante que el puente del calzón sea de algodón, para que no se guarde la humedad y la piel respire.

4. Considera el color y el diseño de las piezas.

Como decía antes, los colores saturados están en plena tendencia, así que puedes arriesgar un poco más con tu traje de baño: rosa encendido, amarillo, top blanco y calzón negro...

Si prefieres telas con estampado, recuerda que serán las que atraigan la atención a la parte en la que vaya el dibujo, así que opta por grecas o puntos (polka dots) pequeños. Las líneas horizontales -incluso en los patrones de grecas-, y fruncidos generan visualmente más volumen, así que sugiero usarlos en las zonas más estrechas de tu cuerpo, en lugar de las zonas más anchas.

Finalmente, muchos trajes de baño hoy día vienen con joyería de metal, madera o plástico. Especialmente en el primer caso, ten cuidado con quemarte si te expones al sol o entras a un área caliente, como el sauna.

Cuida tu traje de baño: enjuágalo con agua tibia a fría y jabón neutro, luego de cada uso, ya que el cloro, sudor, la sal del mar y los productos bronceadores y protectores solares pueden afectar el color. Tiéndelo a secar en una superficie plana y no lo uses húmedo, así evitas que se estire, pierda forma y, de paso, te proteges de una infección muy poco conveniente.

Fuente: Paty Soto - voces.huffingtonpost.com