Mi nombre es Enrique Jiménez, dominicano de San Francisco de Macorís y tengo más de 25 años viviendo en la ciudad de Nueva York y he notado un cambio radical en esta ciudad con la migración de dominicanos en esta área y quiero compartirlo con ustedes:

Después de un estudio antropológico de 25 años viviendo en la Ciudad de Nueva York me he dado cuenta que el dominicano que vive en la ciudad poco a poco ha ido reemplazando los viajes de diversión a sus pueblos natal por ambientes transculturales localmente.

Un buen ejemplo de esto se puede apreciar todos los fines de semana en la avenida Dyckman, un boulevard que rompe las tradiciones neuyorkinas de las reglas y el orden. Aquí las autoridades locales se han convertido en “complices” del desorden. Todos los domingos cierran las calles por los alrededores de la marina sin importar el caos del tráfico en el área. Esta zona ya se parece a Pueblo Nuevo en Santiago y a la Nuñez de Cáceres de la Capital. Todo ese desorden y bebedera de nuestro país, lo podemos apreciar aquí todos los domingos. La bebedera es el denominador común, incluyendo personas haciendo malabares en presencia de los policías, conductores vueltos locos y cometiendo infracciones, y hasta vendedores ilegales.

Sigo caminando hasta la terminal y entrevisto 25 personas y les pregunto por qué vienen a este lugar y todos dicen lo mismo; “Gastamos los chelitos aquí porque hay más seguridad que en mi país y mis raíces siguen frescas…”, nos dijo uno de los entrevistados.

Ya para los dominicanos ir a la República Dominicana no es prioridad y no realizan esos frecuentes viajes que antes solían hacer para divertirse en su tierra. Ahora van a República Dominicana a un resort y pasar unos días para saludar familiares. Ya no es aquel “paraíso” que fue en años anteriores para nuestras vacaciones en el barrio.

Otra cosa que me dado cuenta es que ya jóvenes con salarios promedios prefieren pasar su tiempo y dinero divirtiéndose en Nueva York y cada vez piensan menos en irse a RD.

En mis últimos viajes a Dominicana hice también mi “estudio”; noté que ya las esquinas populares de “jangueo” en Santiago, Santo Domingo, y San Francisco de Macorís ya es un ambiente de moradores de la zona; no vi los dominicanyork en las esquinas ni en colmadones y esa concurrencia de visitantes del extranjero se ha perdido.

En las redes sociales como Facebook e Instagram las fotos que los neuyorkinos dominicanos suben son en gozadera en NY y si las fotos son de RD entonces son la mayoría en resorts del país.

La transformación de Dyckman es tan notable que los nombres de negocios de bebedera de nuestro país han sido adaptados, ya aquí hay un Mamajuana, un Papacito, Caña y Café, Tabacco y Ron, 809, Marisco Centro, Mofongo House, entre otros.

Espero que les haya gustado este análisis que hecho.

Por: Enrique Jiménez para Figureo56.com

Edición: Wilson Hernandez, figureo56.com