¿Practicamos la diversidad de verdad o sólo de palabra? ¿Hay un plan de diversidad en la empresa? ¿Todo el mundo lo conoce y lo practica? ¿Cuántas veces oímos eso de que en España no hay problemas de razas, sexo, etc.? Con estas preguntas al aire Overlap Consultores lanzaba su 7ª tendencia del Informe de Aprendizaje y Desarrollo 2013-15.

La disminución de las oportunidades de empleo y el empeoramiento de las condiciones de vida y de trabajo favorecen las migraciones de unos países a otros en busca de mejores oportunidades. Según la OIT, en 2010 había 100 millones de trabajadores inmigrantes en el mundo y la cifra sigue en aumento. Ante esta situación, y junto con los movimientos interregionales que se producen dentro de los países, la capacidad para liderar equiposdiversos y la creación de soluciones globales se convierten en  requisitos básicos para el mánager.

Pero, ¿Qué es diversidad? El concepto de diversidad hace referencia a la “abundancia de cosas distintas” (RAE). La diversidad cultural se manifiesta por distintos aspectos: nacionalidad, etnia, generación, religión, idioma, discapacidad,género….

A nivel mundial, debemos tener en cuenta este concepto:

  •  52% de la población es femenina
  • 10% de la población es blanca, el 90% la componen gentes de color
  • Islamismo es la religión más practicada
  • 10% de la población tiene algún tipo de discapacidad
  •  10% de la población es homosexual
  • Mandarín es el idioma materno más hablado, seguido del Español, aunque el inglés es el idioma común de negocio

El reto al que debe enfrentarse cada organización está relacionado y clasificado en cuatro dimensiones: La organizativa, que está integrada por las variables que definen la posición de una persona dentro de la compañía; la externa, que se compone por los hábitos y decisiones que toma una persona a lo largo de su vida; la interna, definida por los aspectos intrínsecos de cada individuo por el hecho de serlo; y la personalidad, compuesta por los rasgos que definen a cada individuo.

Debemos tener en cuenta que una persona puede pertenecer a más de una categoría, que ésta no es permanente y que, dentro de cada categoría existen subcategorías, a las que cada persona puede adaptarse gracias a su desarrollo personal y profesional. Existe, además, la diversidad generacional, que en el ámbito empresarial requiere de un estilo de gestión adecuado que favorezca la integración de las distintas generaciones.

La gestión de la diversidad ha pasado por un proceso evolutivo: en 1950 se hablaba de “No Discriminación” como estado básico, fundamentado en el respeto a las personas y protegido por la legislación de los países. En 1990 se acuño el término “Igualdad de Trato”como estado intermedio, caracterizado por la aparición de medidas sociales para garantizar la igualdad de las personas.

Hasta que finalmente en el año 2000 comenzó a hablarse de “Gestión de la diversidad”como un estado avanzado, que hace referencia a la integración y a la aportación de valor que supone la diversidad. En esta evolución, el concepto de “Diversidad” es sustituido por un nuevo concepto, el de “Inclusión”, entendida como la integración y puesta en valor de las diferencias, eliminando las barreras que impiden la participación plena de la totalidad de los individuos en las organizaciones.

En el proceso de inclusión de equipos diversos la empresa tendrá que afrontar desafíos que puedan surgir durante la gestión, tales como:

  1. Escasez de información y concienciación sobre la diversidad cuya solución es convertir la comunicación en herramienta fundamental para evitar este tipo de dificultades. A través de la intranet, por ejemplo, es posible dar a conocer los valores y la cultura de la organización.
  2. Existencia de actitudes discriminatorias. Solución: Tras una labor de sensibilización, a través de metodologías participativas, como la creación de grupos de trabajo diversos, y de la formación en habilidades interculturales, es posible promover la aparición de actitudes más abiertas y colaborativas.
  3. Dificultad de medición de la diversidad. Como solución se están utilizando indicadores  para la medición de la diversidad:
  • Ámbito interno: Indicadores de clima laboral, nivel de absentismo o rotación.
  • Ámbito externo: tasas de fidelidad de los clientes o condiciones con proveedores.

Scalpers, junto a la Fundación Vicente Ferrer ha arrancado “Made to fit everyone”, una campaña de concienciación social, centrada en las personas, utilizando como modelos a un gitano y a un refugiado político.

Ventajas que aporta la gestión de la diversidad

  • La existencia de grupos en la empresa en los que existe un alto grado de homogeneidad provoca una tendencia a la obsolescencia, mientras que la creación de equipos multiculturales favorece la innovación continua.
  • Además, la adecuada gestión de la diversidad provoca un fortalecimiento de valores culturales dentro de la organización, mejorando la reputación de la compañía.
  • En el plano interno, se produce un incremento de la motivación y la eficiencia de la plantilla, lo cual se traduce también en un aumento de la creatividad entre los empleados.
  • La gestión de la diversidad fortalece la captación y retención de personas con talento en la compañía.
  • El perfil del cliente es heterogéneo y en él coexisten diferentes necesidades de compra y distintos criterios a la hora de tomar decisiones. Es por ello, que la forma de llegar a él se produce a través de la integración de su cultura por parte de la compañía.

Podemos liderar los equipos diversos a través de una gestión que permita:

  •  Integrar las diferencias personales y colectivas en la cultura y los valores de la empresa.
  • Alcanzar un objetivo corporativo común coincidente con los objetivos personales de los colaboradores.
  • Realizar un cambio en la orientación de la dirección de la empresa que deberá ser implantado a través de un proceso de Gestión del Cambio.

El objetivo principal de la gestión de la diversidad consiste en lograr armonizar la vida personal y la profesional de los empleados, integrando ambas dimensiones. El reto hoy en día para las empresas consiste en evolucionar hacia la creación global de soluciones de aprendizaje, que permitan, tanto el acceso internacional a las mismas, como la adaptación local a cada participante.