En la población dominicana existen múltiples creencias, mitos y tabúes relacionados con la mujer, el desarrollo del embarazo y el niño. El Dr. Dario Isaac Mañón López en su libro Medicina Tradicional Dominicana publicado en 1992 recoge las más relevantes de estas creencias; debido a que ellas no son más que un reflejo de como piensa y actúa una parte de nuestra población, hemos decidido llevarlas a ustedes.
Creencias Relacionadas Con El Embarazo:
- A las embarazadas no se les permite cargar en sus brazos a los niños, porque según creencias, pueden provocarle “pujos”.
- Para los aficionados a los juegos de azar, las embarazadas son “fucú” (traen mala suerte). Tienden a alejar a cualquiera de ellas que se les acerca durante el juego.
- Para aclarar el color del niño, muchas embarazadas beben grandes cantidades de leche de magnesia.
- Las embarazadas no deben ver figuras, animales o personas feas o deformes, pues existe la posibilidad de que el hijo nazca con las características de lo visto. Cuando un niño nace feo o deforme, el pensamiento de quienes lo observan, se dirige a preguntarse, ¿en que se habrá fijado la madre?.
Creencias Relacionadas Con El Parto Y El Puerperio:
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Durante el periodo de riesgo (41 días después del parto), las mujeres son objeto de atenciones especiales. Esto contrasta con lo que sucede habitualmente durante el embarazo, en cuyo período la mujer puede y realizar todo tipo de actividad física, incluyendo cargar agua y hacer labores agrícolas.
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A la recién parida se le taponan con algodón ambos oídos, para que no coja vientos. Un paño cubrirá su cabeza continuamente y el vestido que se pone (y mantiene puesto aún estando acostada) le cubre desde el cuello hasta los tobillos, tiene mangas largas. Además usa medias gruesas para proteger pies y piernas.
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La mujer en riesgo pasa mucho tiempo sin ver el sol, no puede salir de su casa hasta que no pasen todos los peligros del período posterior al parto.
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Su alimentación consiste básicamente en sopa de fideos preparada con caldo de gallina, chocolate con muchas especies y pan tostado (debe ser tostado para evitar que se pegue al estomago). La sopa debe ser un día de gallina y otro día de pollo. Los vecinos contribuyen con la alimentación, se le lleva durante las visitas: cervecita negra (extracto de malta), fideos, galletas y cazabe.
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Durante el periodo de riesgo no debe lavarse la cabeza.
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El abdomen se fricciona con frecuencia empleando aceite alcanforado, con la finalidad de impedir que la barriga (abdomen) le quede dura como una pelota.
Creencias Durante El Embarazo En Relación Con Ciertos Alimentos:
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La embarazada no debe comer guanábana, tamarindo y piña.
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El pescado y los mariscos “secan la lecha”.
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El tomate y el arenque “vuelven el periodo”
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El huevo y el repollo le dan gases al niño.
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La carne de cerdo hace daño.
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Tampoco comen “concón”(costra que se forma en el fondo del caldero en donde se cocinó el arroz), porque “pega” la placenta
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Evitan comer batata y la auyama porque “enferman” el ombligo del niño.
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El comer guineo maduro hace que el niño nazca con flemas.
Creencias Relacionadas Con El Niño:
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A la caída del cordón umbilical, la madre lo guarda porque sirve para remedio (hierven el ombligo en agua de azúcar y dan esta bebida al niño cuando creen que va a enfermar).
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El enterrar el cordón umbilical a la entrada de la casa o al pie de un árbol cercano, evita que el muchacho salga andariego. La población campesina cree también que la gente no olvida el lugar donde tiene enterrado el ombligo, y que aunque se marche lejos, algún día retornará.
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El hipo en un recién nacido se quita poniéndole una motita de algodón húmeda en la frente.
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Al recién nacido se le da mucho té de anís de estrella, para que bote los gases o evitar que los coja.
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Se llaman “cinqueños” aquellos niños que nacen con un dedo adicional en una de las manos. Se les atribuyen poderes especiales. Sin embargo hay quienes afirman que tienen mala espina(mal carácter) y que son mañosos.
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La población llama “dorsu” a los hijos que nacen después de un parto de mellizos. Se llama “dorsua” a las mujeres en esta condición. No les cae ninguna brujería. Poseen una inteligencia natural y por lo general son dichosos. Son interpretadores de sueños, adivinan cuales serán los números premiados de la lotería.
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